Unidos. Ana Karen Botello y Michel Barrera, encargadas de estancias infantiles en La Laguna dijeron que quienes operan estos centros están más unidas que nunca y que no dejarán de luchar porque se mantenga el apoyo. (MA. ELENA HOLGUÍN)
Las medidas que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está adoptando en contra de las estancias infantiles, parten de un total desconocimiento y menosprecio por el servicio que estas instituciones prestan a las familias y su contribución a la sociedad.
Encargadas de estos centros en La Laguna de Durango y Coahuila, aseguran estar más unidas que nunca y que no desistirán hasta convencer a los legisladores de que su labor es necesaria y por lo tanto, se debe mantener el apoyo, aunque ya enfrentan una batalla complicada.
"Nos dimos cuenta de que los diputados y senadores que tienen la mayoría, los de Morena, dependen de lo que les indique AMLO para tomar una decisión; lo están politizando y no están actuando con calidad humana, puesto que él ya declaró que no habrá más apoyo", dijo Ana Karen Botello, quien tomó parte de las manifestaciones que la semana pasada se dieron en la Ciudad de México y en reuniones con grupos parlamentarios del Senado.
Estos encuentros dejaron mal sabor de boca a quienes iban con la idea de defender la labor que desarrollan desde hace 12 años, pues sin tener elementos suficientes, el gobierno parte de supuestos actos de corrupción para intentar acabar con las estancias infantiles. Aunque grupos parlamentarios del PRI y PAN apoyan la causa, el partido mayoritario está renuente.
"Nos causa impotencia y dolor que desprestigien nuestro trabajo, que aseguren que somos corruptas y que solo hacemos negocio; estamos abiertas a revisiones, que de hecho se hacen sistemáticamente para comprobar que los recursos públicos que recibimos se aplican al cuidado y atención de los menores", dijo Ana Karen, al señalar que dichas supervisiones se hacen de forma periódica por parte del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) así como los encargados del programa de Estancias Infantiles de la anterior Secretaría de Desarrollo Social, ahora del Bienestar.
IRRACIONAL, DESTINAR PRESUPUESTO A LOS "ABUELOS CUIDADORES"
Las 9,960 estancias infantiles de todo el país están muy lejos de representar una actividad lucrativa para quienes las operan, como el gobierno intenta hacer ver, pues el objetivo porque se crearon responde a la necesidad de brindar un servicio a las madres y padres de familia que no tienen acceso a seguridad social ni los recursos para pagar una guardería privada, como tampoco cuentan con el apoyo de familiares para el cuidado de sus hijos.
Por este motivo, el subsidio de 950 pesos por niño que recibían mensualmente hasta el año pasado, se destinaba a los gastos de operación, renta del inmueble y el pago de sueldos, mientras que los jefes de familia sólo cubren una cuota de corresponsabilidad.
"No somos organizaciones, sino beneficiarias al igual que las madres de familia, aunque nosotros en la modalidad de impulso a los servicios de cuidado y atención infantil", dijo Michel Barrera, encargada de la estancia infantil Felipe Ángeles de Gómez Palacio.
Partiendo de que la primera infancia (del nacimiento a los 4 años) es fundamental para el desarrollo del ser humano, las estancias infantiles cuentan con personal capacitado para la atención temprana, que involucra desde la nutrición, educación, motricidad, socialización, entre otros.
Las estancias cuentan con certificación en el estándar de competencia ECO435; capacitación en uso y manejo de extintores, primeros auxilio, seguridad y respuesta ante emergencias; también han tomado cursos sobre inclusión de menores con discapacidad por parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); de la Asociación pro Personas con Parálisis Cerebral (APAC); capacitación en el manejo de quemaduras por la fundación Michou y Mao, entre otros.
Los espacios donde se ubican, cuentan con medidas de seguridad con base en la norma 009, además de disponer de pólizas de responsabilidad civil.
