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Saltillo y Torreón: comparaciones en su desempeño

JUAN ANTONIO GARCÍA VILLA

La Auditoría Superior del Estado (ASE) llevó a cabo su revisión a la Cuenta Pública, tanto propiamente del estado como de los 38 municipios, correspondiente a 2017, a través de 1,848 auditorías. De éstas, 133 fueron de las llamadas "auditorías de desempeño", de las que a su vez 38 fueron a los municipios. Una a cada uno de éstos. Sus resultados aparecen consignados en el tomo 3C (429 págs.) del Informe que sobre la revisión a la Cuenta Pública del año mencionado, 2017, presentó la ASE al Congreso local hacia finales del pasado mes de diciembre.

Las llamadas "auditorías de desempeño" tienen como principal objetivo evaluar en áreas específicas la gestión gubernamental en función de los recursos públicos que se les destinan, con el propósito de elaborar indicadores que permitan determinar el adecuado, o no, desempeño de los entes auditados, a los que, de ser el caso, se les formulan las recomendaciones pertinentes.

Para evaluar el desempeño de los municipios de Coahuila durante el ejercicio de 2017, la ASE elaboró 70 "indicadores de desempeño". La principal fuente de información para la construcción de estos Indicadores fueron los datos contenidos en las respectivas cuentas públicas de los municipios, complementados con información adicional que expresamente les fue requerida por la ASE.

Imposible hacer aquí un análisis -y ni siquiera un resumen- de esta auditoría de desempeño practicada a los 38 municipios. Pero sí una comparación, por demás interesante, de una selección de indicadores relevantes correspondientes a los dos municipios más poblados y por distintas razones más importantes del Estado: Saltillo y Torreón. Con un dato clave además: el primero, el de la capital, gobernado en 2017 por un ayuntamiento emanado del Partido Acción Nacional y el otro por un ayuntamiento priista. Exactamente en situación inversa a como ahora se encuentran. En ambos reside la mitad de la población coahuilense: el 27 por ciento en Saltillo y el 23 por ciento en Torreón.

En ambos municipios se hicieron durante 2017, año de comicios locales, pagos por concepto de servicios personales (el famoso capítulo 1000) por encima de lo que sus respectivos ayuntamientos establecieron al aprobar su presupuesto anual de egresos. Sí, sólo que el de Saltillo se excedió en 1 por ciento y el de Torreón nada menos que en 65 por ciento.

A pesar de lo anterior, sobre la misma materia, el indicador que la ASE denomina "costo diario per cápita de la burocracia", en Saltillo fue de tres pesos y diez centavos y en Torreón de tres pesos con treinta centavos. Más o menos similares. Y por cuanto hace a la "carga laboral por cada 1000 habitantes", en Saltillo resultó de 5 servidores públicos y en Torreón de 7. En este punto sí hay una diferencia significativa.

Un gasto que cada vez irrita más a los ciudadanos es el que se hace básicamente para efectos de promoción personal de los políticos, por ser no con cargo a su peculio sino a costa del erario. La ASE preparó el indicador que llama "Gasto (anual) de publicidad per cápita" que en el municipio de la capital fue de 76 pesos y en el de Torreón de 110. Una diferencia ciertamente de apenas 34 pesos, pero que multiplicada por cada uno de los miles de habitantes del municipio claro que sí cuenta.

En otro tema, el "Gasto per cápita del Servicio de Seguridad Pública" fue de $529 en Saltillo y en Torreón resultó notoriamente inferior: $356.40. Con un dato adicional significativo: en el municipio de la capital los "Policías con educación media superior" representaron el 94.3 por ciento del total y en el caso del municipio lagunero el dato se desconoce por no habérselo proporcionado a la ASE.

En lo que se refiere a la "Inversión Pública como proporción de los ingresos propios", en Saltillo fue de 15.1 % y en Torreón de 9.0%. Es decir, el ayuntamiento panista de Saltillo destinó en 2017 un porcentaje muy superior de sus ingresos propios a inversión u obra pública, que el priista de Torreón.

Y ya que se habla de ingresos propios, como bien se sabe el más importante con que cuentan los municipios es el impuesto predial. Bueno, pues en 2017 la "Eficiencia en la recaudación del impuesto predial" en Saltillo fue de 72.7 % y en el municipio priista de Torreón resultó de apenas 20.7 %.

Otro dato significativo es que durante 2017 el ayuntamiento de Saltillo no destinó cantidad alguna al pago de deuda pública, en tanto que el de Torreón su "Proporción por pagos de deuda pública" fue de 0.9%. ¿A qué obedece la diferencia? A que en Saltillo durante el ejercicio su "Deuda pública por habitante" fue de apenas $63.20 y en el de Torreón ascendió a $ 258.50. ¡Vaya si hay diferencia!

Finalmente, cabe mencionar que al llevar a cabo la ASE el tipo de auditoría que nos ocupa aplicó en el caso de Saltillo 32 "Procedimientos de revisión al desempeño", de los que solamente se derivó una sola recomendación. En notorio contraste, a Torreón le aplicó 43 procedimientos, es decir, once más que a Saltillo, pero de los cuales se derivaron 8 recomendaciones. Saque cada quien sus conclusiones.

Aunque hay un dato que no cuadra. A pesar de su mejor desempeño, el exalcalde panista de Saltillo es periódicamente objeto de asedio y amenazas por parte del oficialismo. En tanto que los de Torreón, así el titular como el interino en 2017, andan tan campantes. Uno de ellos hasta gobernador es.

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Escrito en: Juan Antonio García Villa

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