Caos. Fernando Nunes observa un helicóptero que se lleva un cuerpo del lodo tras el colapso de una mina en Brumadinho. (AP)
Fiocruz, el principal instituto de investigación de Brasil, advirtió ayer sobre una posible crisis de salud luego de que una presa que contenía residuos mineros colapsó en el estado de Minas Gerais, provocando la muerte de por lo menos 134 personas.
El instituto señaló que la contaminación del ecosistema y del aledaño río Paraopeba podría precipitar la propagación del dengue, la fiebre amarilla o diarrea en comunidades cercanas a Brumandinho, la ciudad donde la presa colapsó el 25 de enero. Los análisis del lodo contaminado y del agua del río están en curso, pero los expertos ambientales dijeron que prevén encontrar concentraciones tóxicas de óxido de hierro y otros metales pesados.
A largo plazo, el reporte estableció que el aislamiento de las comunidades rurales, el estrés y trauma causado por la pérdida de un familiar, del trabajo o hasta un cambio drástico en la calidad de vida también tendrán un impacto significativo en la salud de las personas. Los investigadores señalaron que se registra una mayor cantidad de casos de hipertensión, diabetes, afecciones cardiovasculares, infartos e incluso de cáncer en los meses y años posteriores a los accidentes de este tipo.
Fiocruz, vinculada al Ministerio de Salud, basó en gran medida sus evaluaciones a estudios realizados después de un desastre similar en noviembre de 2015, en el mismo estado de Minas Gerais. El colapso de una represa más grande provocó la muerte de 19 personas y dejó a 250,000 personas sin agua potable.
Fue considerado como el peor desastre ambiental de Brasil, pero los expertos alegaron el martes que el colapso de la presa de Brumadinho podría superarlo.
"Este es el desastre más grande de una presa minera en Brasil y uno de los peores en el mundo", dijo Mariano Andrade da Silva, investigador de la Escuela Nacional de Salud Pública, vinculada con Fiocruz.