Trabajadores que se afiliaron al sindicato recién creado, exigieron la destitución del director de la Casa de la Cultura. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Trabajadores de la Casa de la Cultura Ernestina Gamboa de Gómez Palacio, se movilizaron por algunas calles de la zona Centro para exigir la destitución del director, Ramón González González, a quien acusan de cometer abusos en su perjuicio desde que se agruparon en un sindicato.
Los inconformes fueron encabezados por Aarón González, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Cultura del Estado de Durango, quien señaló que desde la semana pasada, el director le entregó un oficio para enterarlo de su destitución, mientras que a otros trabajadores les ha advertido con que serán despedidos.
Los trabajadores salieron caminando de la Casa de la Cultura hacia la avenida Victoria para concentrarse en la explanada de la presidencia municipal y posteriormente, acudieron a la Casa de Gobierno para entrevistarse con el subsecretario de Gobierno del Estado en La Laguna de Durango, Manuel Ramos Carrillo.
Desde el primer lunes de este mes, más de 20 trabajadores mantiene un paro de "brazos caídos" en la Casa de la Cultura, por lo que únicamente acuden a hacer acto de presencia, pero no desempeñan las labores que tienen a su cargo.
Aarón González dijo que adoptaron esta medida como protesta contra los atropellos de que acusan a Ramón González González, como el no tomarlos en cuenta desde que asumió el cargo de director para organizar algunas de las actividades.
Lo han señalado también de haber despedido de manera injustificada a una bibliotecaria, aunque el director aclaró en su momento que esta persona estuvo de acuerdo en dejar de trabajar porque padece una enfermedad terminal y dejó a su hija en el puesto que ocupaba.
Aarón González dijo que desde el año pasado, se integró el sindicato que agrupa a unos 400 trabajadores, en su mayoría de Gómez Palacio y Durango.
Refirió que, aunque la agrupación ya está debidamente reconocida por el Tribunal Laboral Burocrático, la directora del Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED), María del Socorro Soto Alanís se empeña en desconocer al sindicato, e incluso ya promovió su anulación.
