Columnas la Laguna

¡VÁMONOS AL BEIS, HOY JUEGAN LOS DIABLOS!

HIGINIO ESPARZA RAMÍREZ

En el iluminado quirófano avanzaban los trabajos previos a la remoción de la caduca pila del marcapasos y la implantación del generador de relevo. Durante los últimos seis años el aparato y sus reemplazos llevaron oxígeno suficiente al cuerpo y cerebro del protegido eliminando mareos, cansancio, desmayos y sofocos, el mismo papel que desempeñó el primero de los tres marcapasos colocados -todos en el mismo individuo- en el 2001.

El triple beneficiario arropó con su mano el desahuciado aparatito plano -el tercero de la serie- insertado en el 2007, en forma de lágrima estilizada y pensó, según platicó después:

-Es de titanio, oro y plata y a lo mejor lo vendo a un buen precio en un taller de refacciones del mercado Alianza. Pero surgió la incertidumbre cuando el especialista habló: -Caray Alejandra, este no es el marcapasos de repuesto indicado. Necesito uno compatible con dos terminales. Anda y ve.

Ale corrió al almacén y regresó con malas noticias: -No me lo quieren dar y dicen que usted tiene que ir a recogerlo personalmente. -Huy, que quisquillosos. Inténtelo de nuevo. Minutos después la asistente regresó con la máquina apropiada y se reanudó el procedimiento a pecho desnudo, sin prisas ni confusiones.

Con sus guantes ligeramente salpicados de sangre el experto -Dr. Roberto Carlos Fernández Cavazos, un joven profesionista ampliamente capacitado en estos menesteres y con un excelente sentido del humor que apacigua e infunde confianza a los enfermos- acomodó el nuevo y flamante aparato en la cavidad subcutánea; atornilló los cables que vienen del corazón -instalados desde el 2001- y cerró la herida con puntadas que le recordaron al inválido a su abuelita María de Jesús cuando cosía a mano los deshilachados calcetines sin dedos ni talones de sus hijos y nietos.

El doctor Fernández Cavazos, experto en inserciones in pectore, manejo y regulación pulsante de los marcapasos que inhiben las arritmias y mejoran la calidad de vida de los humanos, limpió meticulosamente el corte y el área circundante, con apretones afianzó las costuras -las más bonitas que he hecho hasta ahora, presumió- y coronó su intervención con un estimulante y sonoro "!Listo!, ya se puede ir a casa! No más de una hora duró el trabajo profesional. Alejandra se apresuró a proteger la cisura con desinfectantes, gasas y anchos esparadrapos aplicados en forma de "X", retiró mangueras, censores, los tubos de oxígeno, la gorra y el tapaboca, ayudó a bajar al paciente de la plancha y ya de pie, éste les dio las gracias a los artífices de la hazaña que le dará bienestar a su existencia y mantendrá alejada -por lo pronto- a doña Parca. -Don Ernesto -aseguró Ale para disipar dudas-, la pila de repuesto le servirá para otros diez años. -¿Y yo, voy a durar lo mismo? , contestó ilusionado. Ella sonrió y respondió con galanura: -¿Por qué no?

Afuera del quirófano el recién operado cayó en brazos de sus familiares que lo esperaban ansiosos y pendientes de la operación y abandonaron el recinto con un sentimiento de gratitud y bienestar.- ¡Vámonos al estadio a festejar, hoy juegan los Diablos Rojos del México! gritó don Ernesto, fanático del deporte.

Los ojos de los parientes lanzaron chispas, vociferaron un rotundo -¡nooo, estás loco! Y a empujones lo treparon a la camioneta de traslado con todo y marcapasos aún "calientito".

¿Y mi gordita de moronga?, insistió don Ernesto antes de salir de la sala.

N. de la R. El marcapasos cardiaco es un pequeño dispositivo operado con pilas -28 gramos pesan los más nuevos- que percibe cuando el corazón está latiendo irregularmente o en forma muy lenta. Envía una señal al corazón, la cual lo hace latir al ritmo correcto. Consta de dos partes: el generador contiene la pila y la información para controlar el latido cardiaco; las derivaciones son los alambres que conectan el corazón al generador y llevan los mensajes eléctricos a dicho órgano. Se implanta bajo la piel a través de una pequeña incisión debajo de la clavícula, ya sea la izquierda o la derecha. Los marcapasos se utilizan para las personas que tienen problemas cardiacos que lleven a su corazón a palpitar muy lentamente. Un latido cardiaco lento se denomina bradicardia, o sea la enfermedad del nódulo sinosal y el bloqueo aurículo ventricular: el cuerpo y el cerebro no reciben oxígeno suficiente y los síntomas pueden ser mareo, cansancio, episodios de desmayo y falta de aliento o sofoco. Algunos marcapasos se usan para interrumpir una frecuencia cardiaca que es demasiado rápida (taquicardia) o que es irregular. Los aparatos pueden ayudar a mantener el ritmo y la frecuencia cardiaca a un nivel seguro para el paciente. La arritmia -falta de ritmo y desigualdad en las contracciones del corazón- es otra de las cardiopatías que controlan los generadores, cuyo tiempo de operación va de los 6 a los 15 años.

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Escrito en: Higinio Esparza Ramírez

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