'Mi nieto estudia la prepa, es un buen estudiante, pero como vio el ducto se bajó. Vivimos en una lomita y desde nuestra casa vimos cómo la gente estaba con sus cubetas', recuerda. (EFE)
El estruendo de la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, fue el inicio del peregrinar de Carmen García Reyes para encontrar a su nieto de 17 años.
José Guadalupe cursaba el último semestre para concluir la preparatoria. Carmen lo describe como un "buen estudiante" que sólo bajó a donde estaba el ducto para "ganarse unos pesos extra".
"Mi nieto estudia la prepa, es un buen estudiante, pero como vio el ducto se bajó. Vivimos en una lomita y desde nuestra casa vimos cómo la gente estaba con sus cubetas", recuerda.
Carmen acudió al Hospital de Traumatología de Magdalena de las Salinas, del IMSS, para buscar a su nieto; ya visitó los de Hidalgo y el Hospital Militar en la alcaldía Miguel Hidalgo, pero no ha tenido suerte.
"Ya los buscamos en todos los hospitales de Hidalgo, fuimos al Militar y ahí nos dijeron que viniéramos aquí, que aquí estaba mi nieto, pero no está, y no sabemos a dónde ir", dice con la voz entrecortada.
Sin obtener resultados en la unidad médica sobre el paradero de su nieto, Carmen reanudará la búsqueda. Aún no sabe a qué hospital dirigirse, ella junto con otras cuatro mujeres que buscan a sus familiares viajan en una camioneta de un vecino de su comunidad.
"No sabemos a dónde ir, vamos a revisar las listas de los hospitales y el que quede más cerca de aquí es a donde iremos", dice entre lágrimas.
