AMLO nunca se equivoca y si se equivoca, no corrige…
Porque si corrige, estima que es signo de debilidad. La decisión que ha tomado al atacar la podredumbre de Pemex tiene, incluyéndome, el beneplácito de todos. Esta medida ha sido valiente y acertada.
Lo que los mexicanos, incluyéndome, les parece totalmente equivocado, es el no perseguir, ni castigar a los servidores públicos que se enriquecieron con el oro negro de la petrolera. Cuando una periodista, hace dos días le pidió castigo, contestó que los directores de Pemex eran ‘chivos expiatorios’, que los presidentes sabían todo. Que él prefería la regla de borrón y cuenta nueva, esto es, castigar a los que roben de aquí en adelante.
Sin embargo, aclaró, a pesar de que ese era su criterio, podía cambiarlo, si se reformaba el artículo 35 constitucional. Ello le permitiría hacer una encuesta con el pueblo; que el pueblo es el que manda, y si lo ordena, él actuaría.
Percibo que aunque no lo digan en voz alta, muchos mexicanos no están de acuerdo con él. Es esa una de las salidas que acostumbra para no corregir, porque esa encuesta, como la que hizo con el aeropuerto, sería “a modo”. Como en la Roma decadente: “Senatus no errat, si errat, no corrigit en videatur errasse” (el Senado no se equivoca; y si se equivoca, no corrige su error, para que no se note que se ha equivocado).
Así, en este caso, afirmo que AMLO no cambiará esta decisión, no por amor propio, sino porque estoy convencido de que llegó, antes de la elección, a un acuerdo con Peña para que los priistas también votaran por él… a cambio de impunidad. Es una lástima, el presidente está gastando su capital político con mucha rapidez.
En otro asunto: Espero que los diputados del PAN en Coahuila, no acepten de Riquelme notarías, ni puestos, porque los favores se pagan. Con ello, el PAN empezará a recuperar el respeto perdido.
Mtro. Juan de Dios Castro Lozano
Lerdo, Dgo.
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Las limitaciones en el uso del móvil
La clave de su actuación en la educación de los hijos se manifiesta nítida en el mismo título del libro que ha escrito sobre el tema: “Yo mando”. “iRules”.
Esas limitaciones en el uso del móvil son, sin duda, un incordio para los padres, que tienen que preocuparse constantemente, pero es la única forma de tener paz en la familia. El adolescente puede no entenderlo, pero es parte del contrato. Por lo tanto, cuidado con tener el despertador en el móvil, supondría estar atado a ese medio y sufrir las posibles interrupciones nocturnas. A pesar de todo, para muchas personas es una obsesión tener siempre el móvil encendido y cerca, “no sea que me pierda algo”.
Merece la pena leer las observaciones, fruto de su experiencia como madre y profesora, que va desarrollando en torno a los 18 puntos del contrato. Viene bien reflexionar sobre un aspecto tan crucial hoy en día en la educación de los hijos, y de los adultos…
Suso do Madrid
Coruña, España.
