Veinticinco años en el piano

Al pianista lagunero Sergio Vázquez, le impone más tocar en su tierra, que en cualquier otro foro del país. Tiene una carrera sólida. Su experiencia lo ha llevado a ser el pianista acompañante de muchas voces de la ópera mexicana que han pasado por Bellas Artes.

Hace 25 años tuvo su debut con la Camerata de Coahuila, y recuerda mucho el Torreón que le tocó vivir en sus inicios con la música y el piano.

"Cuando estaba niño realmente aquí en Torreón no había nada, mi primer contacto con la música fue con la pianista de la iglesia, que ofrecía clases. Era una enseñanza digamos básica de alguna manera. Y después busque a una maestra María Esther Delgado, que daba clases en la Casa de la cultura", recuerda Vázquez en entrevista con El Siglo de Torreón.

Después la curiosidad lo llevó a Saltillo, y por suerte, escuchó en un concierto al maestro Alberto Cruzprieto, le gustó como tocó y le pidió ser su alumno. Entonces iba y venía a la Ciudad de México cada 15 días, a veces, cada mes, hasta que llegó el momento en que decidió radicar en la capital del país. Por que si bien en su ciudad ya había una orquesta, no había maestro de piano permanente.

Aunque, Sergio, es uno de los primeros músicos laguneros de una generación que traspasó las fronteras de la región, no considera haber abierto brecha, sino más bien haber dedicado su vida a lo que más lo apasiona, el piano.

"No fue tanto como el deseo de abrir brecha, sino más bien como de seguir avanzando, seguir buscando. Es una búsqueda, el arte siempre es una búsqueda. Y cuando creces en una ciudad del desierto, tan alejada de los centros culturales de la Ciudad de México, por ejemplo, pues si es difícil, porque hace 25 años, el centralismo era más notable que en la actualidad", explica el pianista.

La Ciudad de México lo me acogió muy bien, llegó y a los pocos meses, lo empezaron a invitar a pequeños conciertos y recitales, cuando su nombre empezó a aparecer en el panorama musical de la capital, lo buscaron mucho cantantes de ópera, y fue así como inicio una de sus especialidades.

EN LA ÓPERA

Desde hace diez años, el lagunero es uno de los tres pianistas titulares de la Compañía Nacional de Ópera de Bellas Artes, y ha tenido la fortuna de presentarse tanto en el Palacio de Bellas Artes, como con muchas de las voces mexicanas que hoy día hacen historia internacional en la ópera.

"Yo había cantado también, había tomado clases de canto. Y como crecí en la iglesia, pues tenía muchas actitudes para acompañar a los cantantes, que es como otra especialidad dentro de la música", recuerda.

Tuvo la fortuna de ser invitado a la segunda edición del programa de preparación de ópera, de La Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano, de dónde salió Rolando Villazón, ahí estaba María Katzarava, Plácido Domingo, padrino del programa.

"Lo más valioso que recibí en esa experiencia, fue el conocimiento de los coaches que venía del Metropolitan, de Nueva York, de la Escala de Milán. Entonces, eso me fue adentrando en el mundo de la ópera, que digamos ahora es como una parte muy importante en mi carrera, que la he podido alternar con lo de solista", explica Vázquez.

Ser acompañante requiere un oído especial, es lo que el pianista ha mejorado con los años, ha tenido de cerca figuras como los tenores Javier Camarena y Ramón Vargas; y constantemente ha recorrido el país con las sopranos más destacadas.

HACER MÚSICA

Durante muchos años, Sergio Vázquez, tuvo el dilema entre el ser el acompañante o el pianista, pero logró entender la música sobre el escenario, e igual lo seduce un recital, que un concierto como solista o acompañar a un cantante.

"Me gusta hacer música de cámara, dar un recital. Crecí en una ciudad con poco movimiento cultural, y ahora regreso y veo un panorama diferente, eso es algo que desde la distancia también disfruto, y creo que vendrán generaciones muy importantes para el piano, un ejemplo son el pequeño Sergio Vargas, o los pianistas Ricardo Acosta y Luis Castro", comenta.

Aunque reconoce que la música de cámara y la ópera, siguen batallando por conseguir más público, el pianista cree que hoy más que nunca se requieren estrategias para la formación y la conquista de nuevos públicos.

"Estamos en desventaja con la mercadotecnia de la música comercial, y creo que a las orquesta y los teatros les hace falta buscar más formas de publicidad, de comunicación con la gente, para quitar ese halo de formalidad de la música y hacerla más cercana", explica el lagunero.

Disciplina y pasión

El pianista lagunero Sergio Vázquez es versátil, tiene un temperamento fuerte, por eso prefiere más lo romántico que lo barroco, pero disfruta regresar a los inicios en los que estudiaba con fervor a Bethoveen y Mozart, porque tocarlos bien, es de las cosas más difíciles, comenta. Entre sus maestros están Lydia Usyaopin, Alberto Cruzprieto y Jorge Federico Osorio. Su discografía comprende tres discos bajo el sello Urtext Digital: “La Melodie Mexicane” con canciones de Gustavo Campa y Ricardo Castro; “Canciones de Jalisco” con canciones de Galindo, Miramontes, Rolón, Moncayo y Gonzales con el tenor Gustavo Cuautli, y “Soiree Musicale” canciones de Rossini con la mezzosoprano Carla López Speziale. Como solista se ha presentado en los principales teatros y festivales del país, como el Cervantino, de la Ciudad de México, Festival de Zacatecas, del Centro Histórico de Campeche, del Desierto de San Luis Potosí, de Coahuila, Jornadas Surco en Jerez, Zacatecas; Musicorum en Reynosa, Tamaulipas, entre otros. Y en el extranjero en Londres, París, Madrid, Ibiza, Mallorca, Zagreb, Pecs, Sivenic, La Habana y los EEUU.