El truco era simple: darle el "pitazo" desde el interior de Petróleos Mexicanos a personajes clave en el negocio ilícito sobre la presión de los ductos para evitar sobresaltos. A mayor carga de combustible, más riesgo de descontrol del boquete y viceversa. El monitoreo es permanente.
El truco era simple: darle el "pitazo" desde el interior de Petróleos Mexicanos a personajes clave en el negocio ilícito sobre la presión de los ductos para evitar sobresaltos. A mayor carga de combustible, más riesgo de descontrol del boquete y viceversa. El monitoreo es permanente.
La prosperidad del negocio daba para "salpicar" lo mismo a los funcionarios de la empresa productiva del Estado que a los policías federales, estatales y municipales.
La complicidad era de tal magnitud que, si usted circulaba por alguna carretera de Jalisco, Querétaro, Guanajuato o Puebla, y se encontraba con el tanque arañando la reserva de gasolina, podía ubicar a través de la aplicación de Google al sitio más cercano de abasto… regenteado por huachicoleros.
Aunque la línea donde cruzan los ductos es propiedad federal y, por tanto, restringida, sobre ella se edificaban bodegas de combustibles que, por aquellas cosas raras de la vida, nadie vio.
Lo curioso del caso, además, es que en 2014 se creó una instancia de vigilancia en Pemex bajo mando militar, cuya función además de monitoreo, era empatar las ventas de las gasolineras reportadas al SAT con el abasto entregado a éstas, cuyos reportes o no se leían, o simplemente se soslayaban.
Aunque las cifras no tenían total certeza, Pemex llegó a reconocer pérdidas de 30 mil millones de pesos al año, que ahora se sabe que eran del doble.
De acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la trama que se arrastra desde el gobierno de Vicente Fox estaría incluso la Secretaría de Hacienda.
Los videos, las fotografías, mostraban camionetas con tambos de combustible estacionadas fuera de algunas gasolineras.
Y aunque la estrategia radical del gobierno era cerrar los ductos con mayor índice de robos, con énfasis en el de la refinería de Salamanca hacia León, resultó fallida, dada la carencia de una red suficiente de transporte terrestre, y el escenario permitió ratificar las zonas donde hay abasto ilegal.
Sin embargo, aunque a su reapertura los ductos serán vigilados por el ejército, dejó al desnudo también un añejo problema de Pemex que obliga a darle parte del negocio de distribución al sindicato, lo que impide a las redes de gasolineras tener sus propios transportes.
Lo curioso del caso es que en algún momento la Comisión Federal de Competencia Económica investigó el asunto, derivándolo en una multa a Pemex… que ésta mantiene aún bajo impugnación.
La red se tejió con tal precisión, que garantizaba total impunidad.
¿Nadie vio nada en 18 años?
BALANCE GENERAL
Finalmente, el Consejo de Administración de la Administración Portuaria Integral de Manzanillo estrechó el callejón al director general, Ovidio Noval Nicolau, al rechazar una cesión de derechos en favor de la empresa Logística de Fluidos y Graneles para instalar una terminal. La condición impuesta para el sí, es que se cumpla con los requisitos de ley o, en caso contrario, se cancele la conclusión otorgada.
La firma favorecida había sido registrada como concesionaria ante la Dirección General de Puertos, pese a no contar con los permisos de la Zona Federal Marítima Terrestre ni de las autoridades ambientales.
En el marco se acusa a Noval Nicolau de haber presentado datos falsos para simular el cumplimento de las condiciones del Consejo de Administración.
