He Jiankui, es investigador del genoma en la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de China, en Shenzhen, provincia de Cantón y ha reforzado la fuerte discusión que sobre bioética se desarrolla en diferentes foros mundiales, al asegurar que implantó a una mujer embriones que habían sido genéticamente modificados para combatir el Virus del Sida .
Ahora, su atrevimiento científico hace dudar a algunos genetistas sobre los posibles efectos secundarios con las citadas modificaciones y, consecuentemente, generar temor de causar daño permanente al genoma humano; en otras palabras, cambiar las particularidades del género y, quizá, siendo extremadamente temerosos, destruírlo, al menos como nos conocemos.
La acción, abre otro campo de preocupación, además de los ya existentes, todos producto del desarrollo en ciencia y técnica de la era posmoderna, sin considerar el fin último.
Muchos han escrito sobre el tema, científicos que se manifiestan preocupados por el uso de la tecnología - médica en el caso - sin el tamíz de la filosofía.
Se que algunos lectores me responderán: "la ciencia no tiene moral" y tienen razón, sin embargo, los humanos podemos padecer las consecuencias de la poca reflexión filosófica en cada investigación, descubrimiento, aplicación y consecuencias.
La ONU, UNESCO, FAO y OMS, entre otras, hacen declaraciones públicas que deben tomarse en cuenta al respecto.
Permítame recorar lo "dialogado" con anterioridad, mencionando a algunos pensadores que dan luz sobre el tema:
IIya Prigogine, profesor de Química y Física Teórica de la Universidad Libre de Bruselas, Premio Nobel de 1977, por su contribución al estudio de la termodinámica advierte: "Nos estamos desplazando de un mundo de certezas a un mundo de probabilidades", refiriéndose a lo que los sociólogos llaman "sociedad de la incertidumbre", donde la biotecnología amenaza a la especie humana.
Jeremy Rifkin, Presidente de Fundation on Economic Trend, en Washington, advierte sobre el desarrollo científico y la amenaza del uso irracional del conocimiento: "Los ordenadores y los genes están empezando a fundirse en una sola y poderosa fuerza tecnológica y económica que está poniendo las bases para el siglo de la biotecnología". "Quien controle los genes controlará el siglo XXI".
Luc Montagnier, que dirigió el equipo que en 1983, descubrió el virus de linfoadenopatía asociada y más tarde se denominó VIH, responsable del SIDA, habla de "la renovada aparición de enfermedades, de los retrovirus que han aprendido a vivir con nuestro sistema inmune y de nuevos agentes como las nanobacterias, cinco veces más pequeñas de las que estamos acostumbrados a tratar, que puedan contener el número de genes suficientes para poder sobrevivir en forma autónoma, sin saber aún si tienen poder patógeno, pero si la sospecha de que pudieran ser la causa de enfermedades como cálculos renales, esclerosis múltiple y enfermedades cardiovasculares".
Axel Kahn es genetista, Director de Investigación en el Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación y Miembro del Comité Consultivo Nacional de Ética, advierte con suma seriedad que la genética, la eugenesia y la clonación, son tres temas de preocupación para la bioética y declara que las biotecnologías han abierto un campo nuevo: "la medicina predictiva", que permite identificar los genes que hacen a las personas propensas a desarrollar enfermedades".
Eso y más lo describe Bawman - "Sociedad Líquida" - desde el punto de vista filosófico.
La ciencia y su hija la técnica nos están brindando altas expectativas para la calidad de vida, sin embargo, con la parte oscura de nuestra consciencia, también la hemos utilizado para la injusticia. Como ejemplo, compare la calidad de vida y servicios de persona residente en una ciudad de algún país rico, contra el caso del ciudadano que vive en esa misma comunidad, pero en alguno de sus cinturones de miseria de la periferia urbana; luego: con una ciudad de país subdesarrollado. Las diferencias son tristemente dramáticas.
Ahora agregue el derecho a la vida y la salud con el uso de ciencia/técnica y la posibilidad de modificaciones genéticas en ellos o sus hijos. Si suma la sistematización computacional y la robótica, hasta podremos llegar a la sustitución de quienes ahora definimos como humanos. ¿Posible?
La consciencia de nuestra realidad tiene que ver con la información y orientación educativas y pocos lo hacemos.
Debo mencionar el caso de la UadeC, en su Facultad de Medicina de Torreón; en ella, con clases de bioética - brillantemente impartida por el Dr. Humberto Barbachano - los estudiantes reflexionan y se comprometen con el tema, pero tristemente "una golondrina no hace verano".
Sé que en otras escuelas se imparte la materia, pero desconozco su calidad en contenidos.
Debo escribir que ésta educación escolarizada no es suficiente; debe ser el complemento y ratificación de lo aprendido en casa, con los padres, incluyendo explicaciones, comentarios y propuestas de códigos morales y éticos. La orientación fundamental corresponde a organizaciones internacionales con autoridad. ¿Será ejercida?
