Conflicto. Entre los fallecidos, hay 42 rebeldes de los dos grupos en conflicto. (ARCHIVO)
Al menos 48 personas, entre combatientes y civiles, han muerto en el norte de Siria por enfrentamientos entre la exfilial de Al Qaeda en el país árabe y el Frente Nacional para la Liberación, integrada principalmente por facciones que operan bajo el paraguas del opositor Ejército Libre Sirio (ELS).
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que entre los fallecidos hay 24 combatientes del grupo radical Organismo de Liberación del Levante, exfilial siria de Al Qaeda, y otros 18 del islamista Movimiento Nuredín al Zinki, integrado en el Frente Nacional para la Liberación.
Asimismo, la ONG señaló que seis civiles perecieron en los choques armados que estallaron el martes en la provincia noroccidental de Idlib y ayer en la vecina Alepo, y que continúan en estos momentos.
Según el Observatorio, el Organismo de Liberación del Levante ha impuesto el toque de queda en la localidad de Saraqeb, en el este de Idlib, después de que estallaran combates en el extremo oriental de la población.
También se registran combates de forma intermitente en la carretera que une Saraqeb y Marat el Numan, una de las principales poblaciones de la región.
Por su parte, el Frente Nacional para la Liberación se hizo con el control de los pueblos de Garada, Masaran y Babila, en Idlib, en el marco de los enfrentamientos.
Actualmente existe una zona desmilitarizada acordada entre Rusia y Turquía alrededor de la provincia de Idib, que separa a los grupos rebeldes e islamistas de las fuerzas gubernamentales leales al presidente Bachar al Asad.
Idlib es la última provincia del país que está controlada en gran parte por las facciones armadas opositoras a Al Asad de varias tendencias.
ANTECEDENTES
La nueva ola de combates llega después del abrupto anuncio del presidente Donald Trump a mediados de diciembre de que retiraría 2.000 soldados estadounidenses de Siria y de las amenazas turcas de llevar a cabo una operación militar contra combatientes kurdos.
Con su ofensiva, los combatientes vinculados con Al Qaeda intentan separar a los combatientes apoyados por Turquía en el enclave norteño de África de los del noroeste de la provincia de Idlib, en medio de la preocupación de que Turquía pueda llegar a un acuerdo con Rusia a expensas de los extremistas, dijo Rami Abdurrahman, que encabeza el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.
"Tratan de decir que estamos presentes y que nadie debe hacernos caso omiso", dijo de los combatientes relacionados con Al Qaeda.
El Comité de Liberación del Levante y el grupo Nour el-Din el-Zinki respaldado por Turquía se culparon mutuamente por iniciar la lucha, la peor en casi tres meses.
