Antonio Brown no pudo jugar el duelo del domingo ante Cincinnati por una lesión, sin embargo, el receptor se fue del estadio al medio tiempo.
La bola de nieve sobre un supuesto conflicto entre el mariscal de campo Ben Roethlisberger y el receptor Antonio Brown, en Steelers de Pittsburgh, sigue en aumento y más cuando todo indica que está rota la comunicación entre ambos.
La situación está que arde por la eliminación de Pittsburgh de los playoffs, a lo cual se suma la inclusión de Brown en la lista de lesionados, lo cual generó dudas entre sus propios coequiperos y también por el hecho de haber asistido al juego del domingo anterior y abandonar al equipo a la mitad del mismo.
Versiones periodísticas dieron a conocer que el pasador y el receptor tuvieron una discusión y ayer el "Big Ben" habló en el programa de radio de los martes dedicado a Pittsburgh.
"La gente está haciendo un gran problema con que hubo un estallido o una pelea entre él y yo. No sé nada de eso. Si hubo un estallido o algo así, estoy seguro de que no lo vi", dijo Roethlisberger.
Compartió que al día siguiente del supuesto incidente habló con Brown y "todo fue genial", pero también reveló que después le hizo llamadas telefónicas y le envió mensajes sin que haya recibido respuesta, y sabe que otros compañeros hicieron lo mismo y están en la misma situación.
Expresó que "lo considero uno de mis amigos más cercanos. Sé que los chicos están frustrados porque trataron de comunicarse con él y no responde" y al hablar sobre el futuro dijo que "no soy el entrenador ni dueño del equipo. Espero que esté aquí porque me hace sentir mejor".
Antonio Brown tiene 30 años y en esta última temporada fue el mejor receptor de la liga con 15 anotaciones, vivió su sexta campaña con 100 o más recepciones y mil o más yardas.
