Tendencia. Científicos indican que el futuro de las telecomunicaciones se encuentra en la tecnología cuántica y nanosatelital.
Para el futuro de las telecomunicaciones, la comunidad científica mira hacia la tecnología cuántica y nanosatelital, lo que garantizaría seguridad y ahorro en construcción, de acuerdo con Axesat.
En ese sentido, el presidente de la proveedora de conectividad, Mauricio Segovia, explicó que es vital para toda la cadena de valor de la industria satelital que la tecnología avance y ponga a disposición de todos las nuevas herramientas para las recientes necesidades.
En un comunicado, la proveedora destacó que si sale al mercado la tan esperada antena satelital plana, los operadores y proveedores de servicio deben estar en capacidad de incorporar dicha tecnología, y traducir el beneficio no sólo en términos económicos, sino de desempeño a los clientes.
Axesat detalló que la teoría dice que, si se lograr hallar la manera de aprovechar las características de la superposición y el entrelazamiento cuánticos, sería posible garantizar seguridad incondicional.
Es decir, que en telecomunicaciones, mediante la distribución de claves cuánticas basadas en el fenómeno de superposición de estados (si alguien intenta interceptar la información, habría un "colapso", el cual evidenciaría la intrusión).
O bien, añadió, a través del entrelazamiento de qubits, partículas correlacionadas de manera cuántica, capaces de almacenar exponenciales cantidades de información.
Mientras que, en el caso de los nanosatélites, estos prometen ser parte importante del futuro de las telecomunicaciones, junto a las tecnologías cuánticas, ya que el peso de un nanosatélite va de uno a 10 kilogramos, en contraste con los 500 o miles de kilogramos de los satélites medianos y grandes.
Respecto a lo anterior, Axesat mencionó que una de las ventajas ofrecidas por este tipo de tecnología es el ahorro de hasta 80 por ciento en su construcción si se compara con los satélites tradicionales.
Finalmente, el presidente de la proveedora advirtió que los proveedores y transformadores de la oferta satelital al cliente final deben estar atentos al comportamiento y a los usos de los clientes para identificar nuevas aplicaciones y oportunidades de crecimiento incluso en mercados inexplorados con la tecnología satelital.
