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Historia política reciente

RAÚL MUÑOZ DE LEÓN

Aunque son acontecimientos que se dieron relativamente ayer, es conveniente que los recordemos para saber quiénes han sido los protagonistas de la vida política nacional, porque suele darse el caso de que...

los olvidemos y no podamos, por ello, reconstruir el pasado, pues como decíamos en una colaboración anterior: hay que conocer el pasado para comprender el presente y proyectar el futuro. O, como dicen otros: desconocer el pasado, induce a cometer los mismos errores, hoy y mañana.

En 1988 el ambiente político en México estaba enrarecido; el Partido Revolucionario Institucional postuló como candidato a la presidencia de la República a Carlos Salinas de Gortari, ante el rechazo e inconformidad de cuadros distinguidos de ese partido, entre los que destacaron Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, hoy flamante presidente de la Cámara de Diputados a los ochenta y cinco años de edad, quienes renunciaron al tricolor para buscar nuevas opciones, iniciando un movimiento para construir el Frente Nacional Democrático, antecedente del PRD que lanza como su candidato al propio Cuauhtémoc; por su parte, el PAN avala la candidatura de Manuel Clouthier, "Maquio".

Salinas gana la elección, para el periodo 1988-1994, aunque su triunfo fue muy cuestionado, por sospechas de fraude, pues al secretario de Gobernación, Manuel Bartlet Díaz, extrañamente hoy titular de la paraestatal de electricidad, responsable de lo que era entonces la Comisión Federal Electoral, se "le cayó el sistema".

Después de la turbulencia política que produjo el fatídico homicidio de Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la presidencia de la República, en marzo de 1994, crimen que no ha sido suficientemente aclarado, Salinas de Gortari tuvo que hacer ajustes en su partido y maniobrar para decidirse por Ernesto Zedillo como candidato emergente del tricolor, a escasos cuatro meses de la jornada electoral. . .

Zedillo, oscuro burócrata sin ninguna experiencia político-electoral previa, ex secretario de Educación del gobierno salinista, desarrolló una maratónica campaña enfrentándose a dos pesos completos de la política nacional: Diego Fernández de Cevallos, abanderado del PAN y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, postulado por el naciente PRD, a los que finalmente venció en las urnas, resultando electo presidente de la República para el periodo 1994-2000.

Estos tres personajes protagonizaron debates en los que destacó "el Jefe Diego", como gustaba que le dijeran: elocuente, irónico, "dicharachero"; cuando aludía a Zedillo lo llamaba con sarcasmo y burla "el chico de los dieces" en referencia a su aplicación escolar de niño y adolescente; Cuauhtémoc, en sus intervenciones fue parco y gris, y Zedillo totalmente intrascendente; pero ganó la elección, la gente se dijo entonces, votó por el PRI porque "tenía miedo", asustada por el suceso de Luis Donaldo.

Estamos en el 2000, un nuevo siglo. El proceso electoral se calienta con los ataques y descalificaciones entre los candidatos propuestos por los partidos: nuevamente Cuauhtémoc por el PRD y otra vez su rostro adusto, imperturbable, aparece en la propaganda política anunciando su candidatura; por el PRI es postulado Francisco Labastida Ochoa, ex gobernador de Sinaloa y ex secretario de Agricultura; Labastida es un candidato timorato, pusilánime, miedoso, quien se enfrenta en desventaja con el ocurrente e imprudente, empresario "cocacolero" y ex gobernador de Guanajuato: Vicente Fox Quezada, candidato del PAN; quien sale triunfador en la contienda electoral, a quien Zedillo entrega la estafeta para inaugurar el primer gobierno de la "alternancia", después de setenta años de hegemonía política del PRI.

Como presidente Fox cometió infinidad de errores políticos y diplomáticos por su carácter "locuaz" e impulsivo. "Nomás cenas y te vas", le dijo sin precaución ni cortesía ninguna a Fidel Castro, presidente de Cuba, en conversación telefónica que todo mundo escuchó.

Para el periodo 2006-2012, los candidatos son: por el Partido Revolucionario Institucional, Roberto Madrazo Pintado, ex presidente nacional de su partido, quien no está en el ánimo de la gente; aparece en la escena política, como candidato del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador, con su proyecto de gobierno populista; y por el Partido Acción Nacional, el abanderado es Felipe Calderón Hinojosa, quien a la postre resulta triunfador, lo que representa dos periodos consecutivos en manos de la derecha panista, lo que para algunos se trata de gobiernos de la transición democrática.

Tanto Fox como Calderón presiden gobiernos intrascendentes, opacos y grises en el aspecto político y social, pues no hubo cambios notables; las cosas siguieron igual como si se tratara de extensiones de la hegemonía priísta. Sin embargo, un mérito puede reconocerse a Fox: haber creado, integrado e instalado, siendo aún presidente electo, la Comisión de Estudio para la Reforma del Estado.

La gente quedó desilusionada, por lo que en el proceso de 2012 la preferencia electoral es para Enrique Peña Nieto, enfrentándose éste a Josefina Vázquez Mota, abanderada del PAN; y una vez más aparece como candidato del PRD, López Obrador, quien no aceptó el resultado que favoreció a Peña Nieto; se dijo robado, realizando una serie de movilizaciones como protesta por considerar que la "mafia en el poder" lo despojó de un triunfo que era suyo; levantó campamentos en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México e instaló lo llamado por él, el "gobierno legítimo".

Finalmente tuvo que aceptar la decisión de los órganos electorales, tanto administrativos como jurisdiccionales y se dedicó a recorrer el país, para formar y construir un nuevo partido de izquierda, que una vez logrado convirtió en una empresa particular con fines electorales: El Movimiento de Regeneración Nacional.

Se postula por tercera ocasión como candidato a presidente de la República, pero ahora por su partido particular Morena; el PRI postula a José Antonio Meade, secretario de hacienda del gobierno de Peña, que no logra la simpatía de la gente por opaco e intrascendente; Ricardo Anaya surge a la palestra política como candidato del PAN; joven, preparado, con discurso ágil y conceptuoso, ex presidente nacional de su partido que no obtiene, sin embargo, la aceptación del electorado.

El vencedor es López Obrador; la gente creyó en él porque se comprometió a un cambio radical, para acabar con la corrupción de la "mafia en el poder"; bajar los sueldos de los altos funcionarios y subir el de los que menos ganas; aumentar los salarios de los servidores de más bajos ingresos; no vivir en Los Pinos, pues lo transformara en un museo; eliminar las altísimas pensiones de los ex presidentes; no usar el avión presidencial en giras de trabajo, sino utilizar los vuelos comerciales, pues dicho avión y la flotilla aérea propiedad del gobierno los pondrá a la venta; que ningún servidor público gane más que el presidente de la república; becas para estudiantes de todos los niveles; subsidio para los desocupados, etc., etc., etc.

Para decirlo con claridad, su triunfo realmente fue el resultado de un pueblo harto, cansado y desesperado por la corrupción, la inseguridad y la violencia; por el desempleo y la falta de oportunidades para todos; situación que condujo a la derrota más estrepitosa y dramática del PRI que fue desplazado hasta el tercer sitio como fuerza electoral, después del PAN.

Astuto como es, el hoy presidente de la república se valió de figuras históricas como Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero y Cárdenas para elaborar y enviar mensajes subliminales que calaran fuerte y profundo en la sensible piel del pueblo mexicano, logrando atraer la atención y preferencia del electorado que le produjo un triunfo indiscutible y por lo mismo histórico, arrastrando con él a los candidatos a diputados y senadores por Morena, por lo cual tiene el control del poder legislativo, en la práctica significa el control de la política nacional. Además su partido gano algunas gubernaturas, ayuntamientos y diputaciones locales en varios estados de la República.

La gente espera que Andrés Manuel López Obrador dé cumplimiento como Presidente de la república a la serie de compromisos que hizo con la ciudadanía, y a los mil temas que constituyeron su oferta política que le represento el voto popular que lo condujo a la Primera Magistratura del país, su sueño y anhelo cultivados por más de doce años.

Así, en un periodo de treinta años, de 1988 a 2018, tenemos en el panorama político mexicano acontecimientos diversos: un candidato asesinado, terminación de la hegemonía política del PRI; dos presidentes de derecha; dos personajes postulándose hasta en tres ocasiones al cargo más elevado del poder político, y un nuevo presidente mesiánico y populista que promete transformar la realidad mexicana.

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