Montreal (Notimex).- La relación sexual aumenta la producción de la hormona prolactina, que estimula el crecimiento de nuevas células en la región frontal del cerebro, donde se localizan las neuronas que activan el olfato, según investigadores canadienses.
Un equipo de la Universidad de Calgary publicó este viernes en la revista Science el descubrimiento en los ratones de un aumento de la hormona prolactina después de la relación sexual, durante el embarazo y la lactancia.
Esta hormona estimula y a veces duplica el número de células en la parte del cerebro (bulbo) donde se localizan las neuronas del olfato: durante los picos hormonales pueden nacer hasta dos mil nuevas células en una semana, según la investigación.
Esto explica el aumento del olfato en las mujeres embarazadas, pero también abre la puerta a la investigación de terapias para reconstituir el sistema de neuronas dañado por una embolia u otro accidente vascular.
El profesor de biología celular Samuel Weiss, autor principal del informe publicado en Science, afirmó al Globe and Mail que la prolactina puede ser una molécula interesante para aumentar la génesis celular en casos de daños cerebrales.
Indicó que preparaciones con esta hormona están siendo examinadas para ver si puede contribuir al restablecimiento de las funciones cerebrales en las personas afectadas por una embolia.
La prolactina, según el informe, esta presente en los tejidos neuronales de ambos sexos y en la mayoría de las especies, aunque todavía no se entiende bien el papel que juega en los machos.
En los animales es posible que esta hormona sirva a las hembras para detectar y reconocer el olor particular de su prole y darles así la atención debida. Apunta que se sabe que las hembras con déficit de prolactina "son madres descuidadas." El equipo de la Universidad de Calgary investigó el papel de esta hormona en la creación de las células olfativas. Hace una década el profesor Weiss descubrió que el cerebro de los adultos dispone de células indiferenciadas (stem cells) que pueden transformarse en cualquier tipo de neuronas.
Algunas de estas células indiferenciadas viajan a la parte del cebrero donde se localizan las neuronas del olfato, que son reemplazadas cada cuatro a ocho semanas.
En las experiencias el equipo de Calgary descubrió que el aumento de la hormona prolactina después del acto sexual activaba las células indiferenciadas del cerebro en que migraban hacia la región del olfato.
