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Fin del Mundo

Diálogo

YAMIL DARWICH

Como en todo fin de año, reaparecen profetas que advierten del fin del mundo. Catastrofistas aprovechándolo irracionales que somos, criticando el uso de los recursos del planeta, mencionando sus consecuencias; otros, más atrevidos, advierten la llegada de "Nibiru", asteroide que chocará con la Tierra.

Es más factible pensar en destrucción ecológica

Desde a mitad del Siglo XX, hemos acabado con la mitad de las especies animales del planeta: adiós al pájaro dodo, a diferentes variedades de focas, carnívoros, tortugas, peces y aves; otros en vías de extinción, como el tigre de bengala, los elefantes o la vaquita marina. Usted recordará otros tristes casos.

El calentamiento de la tierra es obvio, aunque habrá que escribir sobre la opinión algunos científicos reconocidos, que afirman es un proceso cíclico en el que solamente influimos parcialmente, pero negativamente. ¡Ni que fuéramos tan importantes!

Algunos hablan de fases: la inicial, ya empezada, en que habrá descongelamiento de polos y cambios de ciclos de lluvia, más y mayor magnitud de terremotos y huracanes, generando cambios en los ciclos terrestres, afectando a la agricultura, flora y fauna.

Luego vendría una segunda fase, con calentamiento global, variación de las radiaciones solares con el incremento de la temperatura en verano a niveles no imaginados y el descenso en invierno, hasta - 40º C. - año 50 del XXI-.

La tercera fase, dicen se dará después, entre el año 50 al 70 del XXI y solo los más equipados tecnológicamente sobrevivirán, incluidos sus animales domésticos.

El agua potable será escasa, causa de violencia extrema entre sobrevivientes. Lo que ahora es desperdicio, entonces será añoranza y sentimientos culposos entre los más viejos. Si Usted es de los laguneros que lavan banquetas y autos a 'manguerazos', inundan jardines o mantienen piscinas privadas: piénsele; si es agroindustrial y no atiende las especificaciones técnicas o las evade: reaccione.

La realidad está siendo definida ante distintos foros mundiales, los principales coordinados por la ONU y sus organizaciones dependientes; todos advierten la urgente necesidad de atender el problema de contaminación ambiental y del agua.

Los científicos aportan datos y los políticos de todo el mundo los escuchan y aparentan atender; ellos razonan y actúan en cortos y medianos plazos, según intereses de partidos y/o personas, tienen poco interés a lo que pueda acontecer cincuenta años adelante. Esos, no estarán para verlos y mucho menos pagar consecuencias.

Adam Frank, catedrático investigador y sus colaboradores de la Universidad de Rochester, Texas, desarrollaron un modelo matemático encontrando cuatro posibles escenarios que podrían ocurrir en un sistema civilización-planeta:

"Die-off: la población y el estado de deterioro del planeta, indicado por su temperatura promedio, aumentan muy rápidamente. Eventualmente, la población alcanza un pico y luego disminuye rápidamente a medida que la temperatura planetaria - en aumento - hace que las condiciones sean más difíciles para sobrevivir. Se logra un nivel de población estable, pero es solo una fracción del pico de población.

"Imagina si 7 de cada 10 personas que conoces mueren rápidamente", comenta Frank. "No está claro si una civilización tecnológica compleja podría sobrevivir a ese tipo de cambió".

"Sostenibilidad: la población y la temperatura aumentan, pero finalmente llegan a valores estables sin efectos catastróficos. Este escenario ocurre en los modelos, cuando la población reconoce que está teniendo un efecto negativo en el planeta y pasa de usar recursos de alto impacto como el petróleo a recursos de bajo impacto, como la energía solar".

"Colapso sin cambio de recursos: la población y la temperatura aumentan rápidamente hasta que la población alcanza un pico y cae precipitadamente. En estos modelos, la civilización colapsa, aunque no está claro si la especie misma muere completamente".

"Colapso con el cambio de recursos: la población y la temperatura aumentan, pero la población reconoce que está causando un problema y cambia de recursos de alto impacto a recursos de bajo impacto. Las cosas parecen nivelarse por un tiempo, pero la respuesta llega demasiado tarde y la población se derrumba de todos modos".

Ellos dicen que "el punto es reconocer que impulsar el cambio climático puede ser algo genérico" (…) "Las leyes de la física exigen que cualquier población joven, que esté construyendo una civilización intensiva en energía como la nuestra, vaya a recibir consecuencias sobre su planeta. Ver el cambio climático en este contexto cósmico puede darnos una mejor idea de lo que nos está sucediendo ahora y cómo lidiar con él".

Como podemos concluir, la importancia de atender los llamados a la conservación de la ecología ya están en sus últimas fases de oportunidad.

Luchemos todos contra el diagnóstico del catastrofismo, incluyéndonos con nuestras "pequeñas acciones", así podremos heredar a las nuevas generaciones una Tierra habitable.

El año 2019, oportunidad para buscar el cambio a partir de nosotros. ¿Empezamos a promoverlo?

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