(PRIMERA DE DOS PARTES)
Mucho se ha hablado de las irregularidades de las empresas de "OUTSOURCING" en México por el supuesto mal manejo en el pago de impuestos y contribuciones en el que incurren, y la afectación en los derechos de los trabajadores que éstas provocan.
Con la entrada del Nuevo Poder Ejecutivo en México e incluso antes, se habla de que las empresas de "OUTSOURCING" desaparecerán en México, o al menos habría una fuerte fiscalización, precisamente por el supuesto daño que están haciendo al país. Y ciertamente hay mucha razón en este comentario, por el mal manejo que ha imperado en este tipo de empresas y una "legislación limitada" que no cubre realmente lo necesario para regular esta operación. Habrá que estar muy al pendiente ahora con el Gobierno del Sr. Andrés Manuel López Obrador, para ver la forma en que hará frente a este delicado tema.
Quisiera comenzar este artículo aclarando un tema muy básico: la palabra "OUTSOURCING", no existe en nuestro idioma, fue un concepto que se comenzó a manejar "sin traducción", y que normalmente se refiere a la administración externa de personal en las empresas. La traducción correcta de "OUTSOURCING" es "EXTERNALIZACIÓN", incluso es también correcto emplear la palabra "SUBCONTRATACIÓN". Esto es, cuando contratamos a un grupo de profesionales, o cualquier empresa o persona para que nos desempeñe algún servicio específico, por un tiempo específico, dado que nos resulta más conveniente contratar a un EXTERNO para que lo desempeñe, en vez de hacerlo nosotros mismos, con nuestros recursos, o con el mismo personal que se tiene bajo subordinación. Hay miles de ejemplos de servicios que se pueden manejar bajo una "EXTERNALIZACIÓN", o "SUBCONTRATACIÓN": servicios de cobranza, legales, de proyectos, planeación, obras o partes de obras de construcción, financieros, contables, etc… En fin, hay un sinnúmero de diferentes servicios que se pueden contratar bajo el modelo de externalización o subcontratación.
Ahora bien, sobre lo que normalmente en México se entiende por "OUTSOURCING", considero que el término correcto a emplearse es: "Tercerización de Administración de Personal", o bien, como lo denomina la Ley del Seguro Social en su Artículo 15°-A, "Intermediación Laboral".
Considerando que, en el resto de este artículo le llamaremos a este servicio como debería llamarse "Tercerización de Administración de Personal (TAP)", definiré la TAP como aquel servicio por el cual una empresa especializada, y con capacidad técnica, tecnológica y de capital humano suficiente, administra el personal de su cliente, en los aspectos técnico - administrativo - legal - fiscal que una relación laboral deriva. Las actividades que una empresa de TAP hace por su cliente son muy numerosas y especializadas. Este tipo de servicios requiere de varias formalidades y requisitos para llevarse a cabo.
Una confusión con la que me topo muy a menudo en las empresas es llamarle "OUTSOURCING" a una estrategia específica de pagos a empleados, o incluso de retiro de recursos de las empresas, que tienen por objetivo un ahorro sustancial en el pago de contribuciones e impuestos. Este tipo de manejo NO ES UNA OUTSOURCING o una TAP. Estos esquemas son estrategias fiscales o financieras específicas que deben ser muy cuidadosamente analizadas por fiscalistas expertos para avalar su procedencia, ya que en más de 1 ocasión he notado que no se hacen con la seriedad necesaria y terminan provocando fuertes problemas a las empresas. Para efectos de este artículo, denominaré este tipo de esquemas como "ESTRATEGIAS DE PAGOS".
Como sabemos, viene una tendencia fuerte a eliminar toda mala práctica fiscal en México que cause un quebranto en las finanzas públicas; y dentro de estos temas, ha sido muy sonado lo referente al "OUTSOURCING". Incluso, en días recientes se ha dado a conocer que hay iniciativas en la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados que proponen DEROGAR los Artículos 15-A, 15-B, 15-C y 15-D, es decir, eliminar el "OUTSOURCING" o la "subcontratación"; lo cual lamentablemente NO vendría a arreglar la situación, ya que el problema NO está en la subcontratación de empleados (TAP).
Considero que la solución no está en sofocar y/o desaparecer un negocio conveniente y fuente de ingresos para muchas personas en México, pues sería atentar contra un negocio perfectamente lícito, apropiado y necesario, solo por no atacar donde está verdaderamente el problema. Indudablemente, se deben idear mejores lineamientos para que las firmas de TAP operen adecuadamente en México y, sobre todo, que cumplan el objetivo que deben cumplir: apoyar a que las empresas en México se hagan más competentes en MERCADOS GLOBALES.
En resumen, el problema radica en un mal manejo y abuso de los esquemas de "estrategias de pagos", y NO en un modelo adecuado de Tercerización de Administración de Personal (OUTSOURCING).
