Fue en noviembre del 1972, en la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Tecnología (UNESCO), llevada a cabo en París, cuando se redacta la convención que instituye su apartado de Patrimonio Mundial.Fue en noviembre del 1972, en la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Tecnología (UNESCO), llevada a cabo en París, cuando se redacta la convención que instituye su apartado de Patrimonio Mundial.
Éste se refiere a la participación de esta organización en actividades destinadas a la preservación de aquellos sitios que, cumpliendo con algunas características, se considera que deben ser protegidas, no solamente por quienes habitan en el lugar, sino por todas las asociaciones internacionales que deseen unirse a este programa, es decir, se convierten en herencia del país en donde se encuentran, pero también de los demás países, de ahí que se ingresen al Patrimonio Cultural de la Humanidad.
El objetivo principal de esta rama de la UNESCO es preservar y salvaguardar el legado cultural amenazado por los conflictos entre las naciones, siendo nuestra obligación de conservarlos a deleite y satisfacción de las actuales generaciones, recordando que todo aquello que da identidad a un pueblo, en el país en que se encuentre, representa su cultura, su modo de vivir, sus tradiciones, costumbres y creencias, sus dilectos, de los desastres naturales, la expansión económica y también, por el paso del tiempo.
En su Constitución, define que "el patrimonio cultural representa lo que tenemos derecho a heredar a nuestras futuras generaciones, y que sean el orgullo de las actuales".
Al hablar de cultura, la organización tiene dos principales clasificaciones: la material que engloba a la arquitectura, paisajes, arte, artesanías, documentos, es decir, todo lo que se puede transmitir de manera física. Por otra parte, se encuentra la clasificación inmaterial que comprende, entre otros, los idiomas, la música y sus canciones, su gastronomía, leyendas, deportes, ritos, festividades tradicionales.
Para poder incluir un lugar, una región, una tradición a esta lista, deben cumplir cuando menos con uno de los diez criterios que la organización ha determinado para ello. De acuerdo con el libro Patrimonio Mundial de la UNESCO, Monumentos, Arte e Historia, de Marco Cattaneo y Jasmina Trifoni; en el caso de las ciudades, se aplican únicamente los primeros seis criterios que se enumeran en la siguiente lista: I. Constituir una obra maestra del genio creativo de la humanidad. II. Ser prueba de un considerable cambio de tendencia, durante un determinado período o en un área cultural determinada, en el desarrollo de la arquitectura, de la tecnología, de las artes monumentales, en la planificación o la creación de paisajes. III. Aportar un testimonio único o excepcional en lo que se refiera a una tradición cultural o a un civilización existente o desaparecida. IV. Representar un ejemplo eminente de un tipo de construcción o conjunto arquitectónico, tecnológico o paisajístico que ilustra uno o más períodos significativos de la historia de la humanidad. V. Construir un punto de referencia válido de un asentamiento humano u ocupación del territorio tradicional, sobre todo cuando se convierte en algo vulnerable por efecto de desplazamientos irreversibles. VI. Estar directa o materialmente asociado a acontecimientos o tradiciones vivas, ideas, creencias, obras de arte o literarias, que tengan un significado universal excepcional.
Basados en estos rigurosos criterios, tenemos que nuestro país cuenta, hasta el momento, con los siguientes: Centros Históricos de la Ciudad de México, en donde se incluye Xochimilco (1987), Centro Histórico de Oaxaca, incluyendo la zona arqueológica de Monte Albán (1987), Centro Histórico de Puebla (1987), Ciudad Prehispánica de Teotihuacán (1987), Ciudad Prehispánica y Parque Nacional de Palenque, Chiapas (1987), Ciudad Prehispánica de Guanajuato y minas adyacentes, en Guanajuato (1988); Ciudad Prehispánica de Chichén-Itzá, en Yucatán (1988); Centro Histórico de Morelia, Michoacán (1991); Ciudad Prehispánica de El Tajín, en Veracruz (1992); Centro Histórico de Zacatecas, en Zacatecas (1993); Ciudad Prehispánica de Uxmal, en Yucatán (1996); Zona de monumentos históricos en Querétaro, Querétaro (1996); Zona arqueológica de Paquimé en Casas Grandes, Chihuahua (1998), Zona de monumentos históricos en Tlacotalpan, en Veracruz (1998); Ciudad Histórica fortificada de Campeche, en Campeche (1999) y Zona de monumentos arqueológicos de Xochicalco en el estado de Morelos.
