En la otra vive el molusco que se come. (INTERNET)
Rick Antosh, que vive en Nueva Jersey, fue a Nueva York a cenar a un restaurante de mariscos. Ordenó unas ostras y para su sorpresa, encontró en su platillo una perla real.
"De repente, sentí algo como un diente o un empaste y fue aterrador. Y luego, santo dios, me di cuenta de que no es un diente, es una perla", dijo este hombre a la cadena WPIX-TV.
Antosh habló con el gerente de piso en el restaurante, quien le confesó que esto nunca había sucedido antes.
La perla aún no ha sido valuada, pero se estima que valdría alrededor de 2 a 4 mil dólares.
DA.