Acercamiento. El presidente Andrés Manuel López Obrador y el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, con quien tuvo diferencias en campaña, se saludan durante la presentación de la 'nueva política de salarios mínimos' en Palacio Nacional. A sus lados, las secretarias del Trabajo, Luisa Alcalde (i), y de Economía, Graciela Colín. (ARCHIVO)
Ante representantes sindicales y empresarios, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador presentó ayer su nueva política salarial en la cual el salario mínimo pasará, a partir del 1 de enero de 2019, de 80.36 pesos a 102.60 pesos y a 176 pesos, es decir, el doble del valor actual, en la frontera norte, que abarca Coahuila. Se trata del mayor incremento en 25 años.
En el Salón Tesorería de Palacio Nacional, el presidente López Obrador celebró el acuerdo alcanzado entre los sectores productivos porque esto va ayudar "mucho a la economía y beneficiará a todos", pero sobre todo agradeció al sector empresarial "que ha sido pieza clave" en lograr el acuerdo.
Lejos parecen los días en los que parte importante del sector privado sostuvo fuertes diferencias con el político izquierdista, durante y después de la campaña electoral.
"Quiero recordar que la primera propuesta de incremento al salario mínimo surgió de la Coparmex (Confederación Patronal de la República Mexicana). Nos hicieron en campaña firmar un acuerdo y los candidatos suscribimos ese acuerdo. Algo excepcional, digno de reconocimiento", destacó el primer mandatario.
"Nos vamos a beneficiar todos porque cuando hay más ingresos se fortalece el mercado interno. Si la gente no tiene ni siquiera para comprar lo indispensable, no hay crecimiento", apuntó el mandatario en un evento en que se acompañó de ministros y representantes empresariales y de sindicatos.
Este decisión, apuntó el líder izquierdista, abre una "etapa nueva" en la políticas salarial luego de tres décadas en que el salario mínimo -uno de los más bajos de América Latina- perdió al menos 60 % de su poder adquisitivo.
López Obrador aplaudió que la decisión de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) fuera "unánime" y aseguró que fue una "acto de madurez política, de mucha responsabilidad y de acuerdo". Especialmente por parte de los empresarios, que demostraron tener "dimensión social".
Explicó que el aumento en la zona fronteriza norte -donde también se redujo el IVA- pretende crear una "última cortina de desarrollo" que frene la migración hacia Estados Unidos.
En Coahuila, los municipios beneficiados serían, en principio, Ocampo, Acuña, Jiménez, Piedras Negras, Nava, Guerrero e Hidalgo.
El sector obrero y empresarial calificaron como un "parteaguas" el consenso entre todos los sectores para aumentar en 16% el salario mínimo y duplicarlo en la zona fronteriza.
Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), resaltó que el aumento es resultado de un "esfuerzo conjunto, del diálogo ordenado y consistente" para que el salario mínimo alcance la línea de bienestar, a fin de que México sea un país más equitativo.
Carlos Aceves del Olmo, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), calificó como un "parteaguas" el aumento salarial con lo que se mejorará la calidad de vida de los trabajadores y se reducirá la desigualdad.
Con esta medida se pretende mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos en un país en que en 2016 había 53,4 millones de pobres, un 43.6 % de la población, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
