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Qué motiva al presidente

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Nuestro presidente no cabe duda que parece que está dispuesto a cumplir todo lo que prometió en campaña, aunque algunas de esas promesas sean perjudiciales, otras difíciles y otras tantas alcanzables.

Abrir la residencia de Los Pinos al público en general, iniciar el proceso de venta del avión presidencial, viajar como cualquier ciudadano son algunas muestras que ciertamente Andrés Manuel López Obrador parece que tendrá los suficientes arrestos para cumplir su palabra. Claro que estas acciones bastó que él dictara las órdenes para que se cumplieran.

Caso contrario lo que está sucediendo con los tenedores de bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que luego de ser cancelado apoyado en una consulta a modo, el gobierno mexicano debe responder a los inversionistas que creyeron ingenuamente que se podría confiar en el Estado Mexicano comprando instrumentos financieros para parte del fondeo del dichoso aeropuerto. Con la decisión presidencial de no seguir con la obra, el gobierno debe hacer frente a las posibles demandas internacionales por la cancelación, lo que dañaría enormemente la confianza de los mercados internacionales y al credibilidad de los mexicano. Por ello, la nueva administración federal ha iniciado un proceso de negociación para la recompra de esos bonos. Primero ofrecieron comprar al 90% del precio de lo que los inversionistas había adquirido, rechazando los segundos la oferta. Una segunda intentona ofrece pagar uno a uno, y todavía no está a todo claro que vaya a suceder, en todo caso la negociación sigue.

El caso es que la decisión de cancelar el NAIM que no es otra cosa que sencillamente demostrar al mundo que el presidente López y los suyos pueden tomar acciones de este calado aduciendo claro a que continuar con el proyecto del aeropuerto en Texcoco es más caro que el sistema de terminales aéreas que dicen van a crear ampliando y mejorando las operaciones del actual aeropuerto de la Ciudad de México, el Benito Juárez; el aeropuerto de Toluca y la base militar de Santa Lucía. La lógica indica que es equivocado cancelar el NAIM, pero el presidente está aferrado a cumplir sus ofrecimientos, aunque sean perjudiciales. El tiempo en el caso de aeropuerto dictará sentencia, pero sólo hasta entonces. Desafortunadamente el tipo de cambio y el mercado de capitales le está diciendo al presidente que aunque puede tomar determinaciones con todo y tengan desde su perspectiva buenas intenciones, pueden dañar al bien común en vez de ayudarlo.

En esta maraña de cambios, Andrés Manuel fiel a su tozudez, envió al Congreso de la Unión en el cual él con su mayoría manda, la iniciativa de ley para que ningún funcionario pudiera ganar mayor sueldo que el que se fije para el presidente de la república, monto fijado en 108 mil pesos mensuales. Una vez más López Obrador honró a su palabra.

El problema es que el andamiaje jurídico que regula al Estado Mexicano impide llevar a cabo acciones como las de topar el salario, como es el caso.

Particularmente el asunto ha creado una tensión y un riesgo republicano, puesto que el Poder Judicial Federal, claramente retribuye a sus jueces, magistrados y ministros con percepciones muy por arriba de los 108 mil pesos mensuales, y conociendo al presidente, la crisis ha estallado.

López Obrador ha cargado y satanizado a los juzgadores diciendo incluso que los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ganan 600 mil pesos mensuales, cosa que se ha negado. Pero si uno saca la calculadora y es cierto que pagan sus impuestos, lo ministros sí ganan 600 mil, que sus percepciones netas sean mucho menores debido al pago de sus respectivos impuestos y por ello sus bolsillos reciban menos de los 600 mil es otra cosa, pero nos pasa a todos los empleados que pagamos las retenciones que nos hacen nuestros empleadores, el costo para el erario sin embargo sí es de ese monto.

La realidad es que López Obrador está atentado con la separación de poderes y eso es muy peligroso. En caso de que logre minar al Poder Judicial sería un paso más para una posible dictadura.

Pero también es verdad que el presidente ha descubierto otra área gubernamental donde se cometieron grandes excesos con cargo a todos los mexicanos. Además de los grandes sueldos, esta andanada ha provocado que se publique información donde queda claro grandes prácticas de nepotismo.

En todo caso, el hostigamiento contra el Poder Judicial por parte de Andrés Manuel López aunque riesgoso, también ha servido para salgan a la luz sus excesos, y si esa es la intención del presidente qué bueno, pero si en realidad es construirse una presidencia sin contrapesos, cuidado. Nuevamente el tiempo resolverá qué motiva las decisiones del presidente.

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