Jugadores de los Bulls de Chicago durante el entrenamiento de ayer en la Arena Ciudad de México.
Los Bulls de Chicago recibirán hoy por la noche el cariño que durante más de tres décadas han tenido guardado sus aficionados mexicanos, con la promesa de su nuevo entrenador y sus jugadores de levantarse de entre sus cenizas y regresarle la grandeza a una de las más legendarias franquicias de la NBA. Los numerosos seguidores mexicanos de los Bulls llevaban toda una vida esperando la oportunidad de ver a su equipo en suelo azteca.
"La situación real de los Bulls es que tenemos un grupo de jugadores jóvenes que apenas están aprendiendo y a quienes lo único que nos queda es mantenernos juntos, como equipo. Lo que atravesamos (el despido del coach Fred Hoiberg) fue algo necesario para romper barreras y ahora nos toca levantarnos y rearmarnos. Vienen muchos cambios y no hay más que seguir adelante", indicó su nuevo entrenador Jim Boylen, con quien uno de los equipos más queridos en nuestro país hará su presentación a las 20:30 horas en la Arena Ciudad de México.
Y quizá tenga razón, pues los jugadores están en la misma línea, como lo indicó el superestrella Zach LaVine: "El equipo está bien, todos vamos en la misma dirección y trabajamos al parejo".
Del compromiso de jugar en el equipo que Michael Jordan hizo grande, aseveró: "Michael es una leyenda, al igual que Scottie Pipen y Denis Rodman. Jordan es el mejor de todos los tiempos y cuando jugaba en los Bulls hizo el mejor equipo que jamás haya visto. Él es la imagen y quien representa al equipo en todo el mundo, por lo que no nos queda más que entregarnos, trabajar duro y sacrificarnos para devolverle al equipo esos días de gloria".
Del duelo, indicó que "la altura va a ser factor, pero le afectará más al equipo que llegue menos preparado. Será como jugar en Denver", culminó.
AYUDAN EN SECUNDARIA
NBA Cares rehabilitó dos canchas de basquetbol en la escuela secundaria 20, donde Steve Clifford, coach del Magic de Orlando, y sus jugadores Mo Bamba, Kevin Frazier Jr, Isaiah Briscoe y Wes Iwundu, así como el mexicano Horacio Llamas y los legendarios Jason Williams y Rashard Lewis fueron parte de una clínica que le impartieron a 150 niños del colegio.
