En el planeta existe escasez de agua dulce, aunque el 70% de la superficie del mundo está cubierta por agua, el 97.5% es salada y sólo el 2.5% es dulce. De ésta última menos del 1% está disponible para el consumo, ya que existe una gran cantidad de agua congelada en los polos y atrapada en el subsuelo. (www.24horas.cl).
Por lo anterior países que se ubican en zonas desérticas han tenido que adoptar tecnologías modernas para incrementar la disponibilidad del agua, así como utilizar sistemas creativos para la distribución y uso eficiente del agua de uso agropecuario, tratando de incrementar rendimientos utilizando parámetros de medición como "toneladas de producto cosechado por metro cubico de agua utilizada en lugar de toneladas por hectárea".
Llaman la atención casos como el de Israel que utilizó principalmente dos vertientes: la primera de ellas es aumentando el abasto de agua con presas, bombardeo de nubes, reciclaje urbano de agua y cosecha de humedad ambiental, la otra reduciendo el uso mediante uso de tecnologías como conducción eficiente del agua, riego presurizado o por goteo.
También implementaron otras acciones, se determinó una superficie mínima por familia para vivir dignamente, se programaron cultivos de acuerdo al potencial productivo de cada zona con el fin de producir alimentos y sustento económico, se transportó el agua cuidando la reducción de las mermas, se pasó de agricultura de uso tradicional a uso moderno, se utilizaron sistemas eficientes de riego y fertilización en cultivos rentables, se obtuvo producción uniforme, se apoyaron mucho en tratamiento de aguas de las ciudades para utilización en el riego de los cultivos.
Un factor de apoyo a largo plazo es la educación a los niños en el tema del ahorro de agua, la limpieza de ríos también se hizo con buenos resultados, sobre todo cuidar el medio ambiente y los apoyos del gobierno son en base al ahorro de agua.
México en sus políticas tiene organismos que se encargan de hacer una distribución programada del agua a través de asociaciones de usuarios y módulos de riego para hacerla llegar a los productores del campo.
Por su parte F.I.R.A. (Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura) impulsa la utilización eficiente del agua para las actividades productivas mediante financiamiento, apoyos para sistemas tecnificados de riego y garantía FONAGUA la cual es una herramienta para la administración de riesgos en la modernización de áreas de riego. Tiene la función de garantizar a los Intermediarios financieros los créditos de inversión fija otorgados a los usuarios de riego.
Los sujetos de credito elegibles son: Asociaciones de Usuarios de Riego y Sociedades de Responsabilidad Limitada de Interés Público y otras figuras jurídicas que administren en forma descentralizada los Distritos y Unidades de Riego, que cuenten con la concesión otorgada por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
Son susceptibles de apoyarse con crédito, proyectos viables técnica y financieramente, para inversión fija, tales como: la modernización y rehabilitación de infraestructura hidroagrícola, maquinaria, equipamiento, estructuras de medición y control, sistemas para la automatización de la operación, inversiones para la tecnificación de áreas compactas de riego y en general las obras que permitan elevar la eficiencia en el uso del agua.
Otro apoyo directo a los productores dentro del programa es el de la bonificación en tasa de interés hasta por 200 puntos base equivalente a 2 puntos porcentuales para los primeros 10 millones de UDI de crédito, con un plazo máximo de hasta 7 años.
Se podrán otorgar apoyos de hasta 50% en la elaboración de estudios ejecutivos para proyectos de las obras de infraestructura hidroagrícola, sin rebasar 5 millones de pesos de apoyo por proyecto, que cuenten con la concesión otorgada por la CONAGUA.
Lo anterior, puede funcionar para mejorar el uso de los factores de producción, si consideramos que las condiciones actuales de insuficiente disponibilidad de agua, sequias y deficiente administración del este recurso en la Comarca Lagunera representa un reto para las organizaciones de productores, las instituciones relacionadas, gobiernos y sociedad en general, para implementar acciones y mecanismos más eficaces para lograr un uso y manejo más sustentable del agua, ya que la escasez de agua pone en riesgo la viabilidad de la actividad agropecuaria.
*/ J. Isaac Rivera Zambrano es Residente Estatal de FIRA en Coahuila. La opinión es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA. [email protected]
