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Impacto del Voluntariado corporativo

Asuntos corporativos

EDGAR SALINAS

El miércoles pasado, cinco de diciembre, fue celebrado el Día internacional del Voluntariado, mismo que fue instituido por la Naciones Unidas en 1985, luego de valorar las aportaciones de las personas que voluntariamente generaban beneficios para el desarrollo económico y social.

Podría decirse que muy tardíamente se reconoció la valiosa aportación que significa el trabajo voluntario. Digo tardíamente porque este tipo de labor hunde su origen en las expresiones de caridad generalmente vinculadas a un credo religioso. En siglos recientes tuvo en la salud, cuidado de huérfanos, viudas y personas mayores en abandono el destino principal de las acciones de voluntariado.

Desde el ámbito empresarial también la historia del voluntariado ha tenido una evolución tanto en su comprensión como en la forma de ejecutarlo. Ligado a acciones de asistencia y filantropía, tuvo al principio un aspecto notoriamente asistencialista con la participación principalmente de apoyos económicos, desarrollo de obras y visitas de quienes se encontraban en las esferas gerenciales de las organizaciones y de sus familias.

Luego de que las Naciones Unidas optara por establecer un día internacional para celebrar el voluntariado, los países que decidieron sumarse al exhorto del organismo multilateral impulsaron la institucionalización de esta tarea, reconociéndola a través de figuras legales apropiadas que facilitaran la obtención de fondos para las causas, así como la profesionalización de las actividades.

Desde su esfera, las corporaciones fueron dejando de lado la visión asistencialista y jerárquica para dar paso al tipo de voluntariado corporativo que conocemos hoy día: uno en el que participa cualquier colaborador que sienta el deseo de compartir tiempo, conocimientos y habilidades en favor de una causa.

En la actualidad, el voluntariado distingue a las empresas que se asumen parte activa en las comunidades donde operan. Ha crecido tanto el interés y por tanto las necesidades de organización, que se han creado departamentos orientados a facilitar el voluntariado de un modo tal que quienes colaboran en las empresas encuentren un cauce óptimo para aportar a sus comunidades a través del voluntariado. Más del noventa porciento de las 500 empresas más grandes del planeta cuentan con programas de voluntariado.

Esta actividad puede analizarse desde diversos beneficios: por su aportación e impacto social; por el ejercicio ciudadano que favorece; por el sentido de orgullo y pertenencia que imprime en el colaborador en relación con la empresa; por la imagen que proyecta de la organización en la que labora y, en definitiva, por el valor social creado.

Hace pocos años Jessica Rodell, de la Universidad de Georgia, en Estados Unidos, se preguntó también por el desempeño laboral de quienes hacían trabajo voluntario, ya fuera corporativo o en lo personal. Luego de realizar entrevistas en un grupo significativo de empleados de diversas empresas, y preguntar acerca de su desempeño a superiores jerárquicos, así como a pares, encontró que hay una relación directa entre voluntariado y mejor desempeño laboral, y mayor afinidad y orgullo de trabajar en la empresa en que se encuentra.

Lejos de aquel argumento que ve en el voluntariado corporativo un distractor para de la razón de ser del empleado en la empresa, lo que Rodell encontró fue lo contrario. Más bien esa actividad fortalece la relación entre el empleado y la empresa, tanto en el desempeño laboral como en la conducta, pues encontró también una valoración positiva respecto al cumplimiento de los códigos axiológicos y el comportamiento esperado de los empleados en las organizaciones. Otra ventaja encontrada en el estudio es que más empleados se vieron motivados a involucrase en actividades voluntarias en su comunidad, precisamente por el ejemplo observado con sus colegas.

Las actividades de voluntariado son también un puente de comunicación entre el propósito de la organización y el compromiso con ella de colaboradores jóvenes. El deseo de colaborar en una empresa que provoque experiencias significativas hace que las nuevas generaciones encuentren un sentido mayor a lo que su labor estrictamente laboral provoca.

En la evolución de voluntariado corporativo, un valor adicional que recientemente ha tenido expresiones positivas es la vinculación entre voluntariados de dos o más empresas, que unen recursos, suman personas dispuestas y amplían los beneficios de su servicio.

Hoy las empresas distinguen su ciudadanía no solo por el desempeño sustentable sino por el tipo de servicio voluntario con que sus colaboradores suman valor social a sus comunidades.

Twitter: @letrasalaire

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