Boca Juniors se despidió la noche de ayer de su hinchada en Buenos Aires con un banderazo mientras el autobús del equipo, que avanzaba empujado por los propios aficionados y con ultras presentes, salía al aeropuerto para ir a Madrid a jugar la final de la Copa Libertadores contra River Plate.
Los jugadores y el cuerpo técnico de Boca Juniors salieron desde los alrededores de la Bombonera y a la salida del barrio de La Boca les esperaba su afición, entre las que se encontraban miembros de la barra brava (ultras) relacionada al club, "La 12", que escoltaron al autobús entre cánticos y bengalas.
Uno de los barras presentes fue Rafael Di Zeo, una de las personas más conocidas de la barra brava de Boca, que se situó a pocos metros al frente del autobús y caminó abriendo paso al equipo.
Alrededor de 500 aficionados ajenos a la barra quisieron despedir a su equipo y permanecieron durante toda la tarde hasta que, pasadas las 23:00 horas, apareció el autobús, con Darío Benedetto y Fernando Gago en las primeras filas para acompañar las canciones de los hinchas.
Carolina Fignioni, aficionada xeneize, dijo a Efe que se emociona tan solo de poder ver a los jugadores antes de la final para decirles adiós, mientras Tania Valdés insistió en que le habría gustado que este superclásico se jugase en Argentina.
"Pero si no se puede y si no queda otra ya está, la ganaremos allá", aseguró.
Boca Juniors despegará desde el aeropuerto de Ezeiza con destino Adolfo Suárez-Madrid Barajas alrededor de la una de la madrugada del martes al miércoles hora local.
Por otra parte, sus rivales de River Plate saldrán hacia Madrid el miércoles por la mañana.
La Conmebol cambió la sede del encuentro después de que el partido original, que se iba a disputar en el Monumental, se suspendiera después de que hinchas de River lanzaran piedras sobre el autocar que transportaba a los futbolistas y el cuerpo técnico de Boca, lo que provocó heridas a varios jugadores.
Así, el choque que consagrará al campeón de la Copa Libertadores 2018 se jugará en el Santiago Bernabéu el próximo domingo a las 20.30 hora española.
INVITADOS ESPECIALES
No estuvieron en la gala del Balón de Oro, en la que se entregó el premio al mejor jugador del año a Luka Modric, pero coincidirán en la vuelta de la final de la Copa Libertadores que se disputará en el Santiago Bernabéu.
Cristiano Ronaldo y Leo Messi no se quieren perder este partido histórico entre River Plate y Boca Juniors y, según informa el Diario AS, ya tienen entradas.
El portugués se las pidió directamente al Real Madrid, anfitrión del choque. Será su primera aparición en el estadio en el que jugó las últimas temporadas. El argentino, por su parte, ha hecho la gestión con la Federación Española de Futbol.
Los dos tienen compromisos este fin de semana, pero ninguno de sus partidos coinciden con este, que se disputará el domingo a las 20:30 horas locales.
Juventus jugará su partido de Liga el viernes contra el Inter, mientras que Barcelona jugará el sábado a las 20:45 horas.
El bus que transportaba a los jugadores del Boca fue recibido por aficionados en el estadio La Bombonera. (ARCHIVO)
