La verdad es que el Señor iba a dar a los hombres un solo mandamiento.
Ese único mandamiento iba a ser:
"Amarás a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo".
En tal prescripción se resumían todas las enseñanzas; en ella estaba todo lo que el Señor esperaba de los hombres.
Sucedió, sin embargo, que cuando Moisés subió al monte Sinaí para recibir aquel mandato le preguntó al Señor:
-¿Qué precio tiene el mandamiento?
Respondió Yahvé:
-No cuesta nada. Es gratis.
Ah -dijo Moisés-. Si es gratis entonces dame 10.
Las consecuencias de eso ya las conocemos.
¡Hasta mañana!...
