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Chairos y Fifis

Diálogo

YAMIL DARWICH

Con la llegada del nuevo sexenio, ahora a cargo de Manuel López Obrador y Morena, no solamente hay reformas en la manera de conducir al país en política y economía, también aparecen - como es costumbre - nuevos vocablos y conceptos insertados en la jerga nacional, algunos retomados de pasado, ´condimentados´ con muchos chistes, idiosincrasia nuestra.

El Chairo -chayru- es un platillo boliviano, también degustado al norte de Chile y al sur del Perú, con carne y vegetales; palabra que en México se le da sentido despectivo.

Ya existen antecedentes del manejo del vocablo para definir el instrumento afilador de los carniceros - "la chaira"- o la banda de cuero utilizada por los peluqueros de ataño para afilar su navaja; tambien se refiere al pene y de ahí se desprenden frases agresivas relacionadas con la sexualidad.

Según el Diccionario del Español de México, la palabra es un sustantivo y adjetivo ofensivo, referido a: "persona que defiende causas sociales y políticas en contra de las ideologías de la derecha, pero a la que se atribuye falta de compromiso verdadero con lo que dice defender".

En contraposición está Fifi, calificativo aplicado al quien "tiene modales y actitudes delicados y exagerados", haciendo referencia a ultra derecha política y los ´ricos´ que se opusieron a la elección del candidato popular.

¿Como se definiría Usted?, yo preferiría hablar de mexicanos.

Con ello, se provoca a la sociedad mexicana a la polarización entre electores mayoritarios que buscan "justicia social" para ellos y sus familias y los que "detentan el poder", "oligarcas", como fueron definidos, reticientes a perder privilegios. Muchos empoderados populistas olvidan el principio: "enriquecer a los pobres, no empobrecer a los ricos".

Manipular el malestar social por la pobreza generada con las pésimas actuaciones éticas y morales de los antecesores en el poder - utilizado en contra nuestra para robarnos y generarnos inseguridad social - además de estimular al ciudadano, -de por sí irritado, es excelente detonador de conflictos y hasta choques con violencia; las provocaciones, ¿serán consecuencia medida?

AMLO recibe un país con enormes retos: empezando por la violencia generada por el crimen organizado, que arremete aún contra ciudadanos en servicio, - como los paramédicos y camilleros de la Cruz Roja, atacados en Guerrero -; la desconfianza del empresariado y los inversionistas extranjeros, quienes presienten peligro en posesiones y valores; la pobresa de buena parte de la población mexicana; las deficiencias en atención a la salud, particularmente aquellos que no han alcanzado el beneficio de la medicina institucional; y la educación, invadida por mercaderes y sindicalizados, quienes recibieron promesas que se ven contrarias a las conveniencias del país, etc.

Agregar confrontación por asentar las diferencias entre los niveles socioeconómicos y culturales se antoja imprudente e innecesario. ¿Será parte de un plan de posicionamiento político?, lo que anteriormente llamaban - en referencia a controlar el poder presidencial - "sentarse en la silla".

Se han generado muchas inquietudes sobre las políticas del nuevo gobierno y sus efectos entre la ciudadanía; son, sin duda, riesgos innecesarios ante la población, dificultando su posibilidad de ejercer autoridad con el apoyo de todos. Consecuentemente, comentamos nuestras suposiciones, simples ideas sin debido fundamento, generando desasosiego, inseguridad y desconfianza. ¿Conveniente?

Leí un comentario de Don Miguel Ángel Prado Sosa, un amigo con amplio criterio, refiriéndose a una entrevista hecha a AMLO en TV y que define mucho lo sentido por un considerable sector de la población:

"La personalidad del personaje me tiene confundido: será torpe o astuto, preparado o farsante. Siempre va adelante de sus rivales, los desarma con torpezas o discursos extensos, los desvía fácilmente e impone su tema preferido. Lo que se admite de el, es que ama a los pobres, conoce la historia de México y domina perfectamente bien la solución al binomio pueblo-politica del País".

Seguramente AMLO, está asesorado por expertos para los diferentes temas nacionales, aunque algunos de ellos poco ayudan a generar un ambiente adecuado para el buen gobierno; también se de aquellos que utilizan todos los medios - tradicionales y de La Internet - para afirmar, sin probar, provocando incertidumbre, buscando "acarrear agua a sus molinos".

Administrar el temor nunca ha sido buena opción, aunque de inicio genere beneficios para las causas.

El populismo no es novedad en México, ya lo vivimos en anteriores gobiernos; recuerde a "Tata" Lázaro, con sus grandes decisiones nacionales que generaron consecuencias positivas y negativas, siempre declaradas como interés por el pueblo, caso que la historia ha juzgado. El abogado argentino Mariano Grondona, define: "El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica"; ojalá no repitamos errores.

Cuento con la reorientaciòn de las políticas nacionales y que a partir de éste primero de diciembre el discurso político sea claro, orientador y con verdad de contenido.

¿Usted que espera del nuevo gobierno?

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