Al menos 29 personas fueron detenidas ayer por los incidentes que se registraron en los alrededores del estadio Monumental, que llevaron a aplazar hoy el decisivo partido de la final de la Copa Liberadores entre River Plate y Boca Juniors, informaron fuentes policiales.
El autobús de Boca Juniors que conducía al estadio a la plantilla fue atacado por fanáticos de River Plate antes de llegar al estadio, en el barrio de Belgrano de Buenos Aires.
Algunos proyectiles rompieron vidrios del vehículo y a continuación la Policía empleó gases para dispersar a los agresores lo que terminó por afectar a los jugadores.
Sin embargo, y mientras futbolistas de Boca eran tratados por personal médico y autoridades de los equipos, multitud de personas fueron congregándose afuera del estadio, muchas provocando fuertes enfrentamientos con agentes policiales.
Fuentes del Gobierno de la Ciudad aseguraron que asistieron a los alrededores del Monumental más de 100 mil personas.
Los aficionados dentro del inmueble tuvieron que ver frustrado su deseo de ver la vuelta de la final por la Copa Libertadores.