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Violencia no deja jugar final de la Libertadores

Tendrá que esperar un día más; agresiones al autobús de Boca posponen final de Libertadores

AP

Se le presentó como la final del siglo, pero terminó en bochorno.

River Plate y Boca Juniors, los dos gigantes del futbol argentino y clásicos rivales, debían jugar ayer por primera vez en su historia por el título de la Copa Libertadores. Pero el encuentro se postergó para hoy luego que varios jugadores boquenses resultaran heridos cuando el autobús que los trasladaba fue atacado por un grupo de fanáticos del equipo local con piedras y palos a pocas cuadras del estadio Monumental.

Sin embargo, no estaba garantizado que esto sucediera luego que la alcaldía de la ciudad de Buenos Aires clausuró la cancha de River por exceso de público y desmanes.

La Conmebol, que postergó dos veces la hora de inicio del partido pese a que desde Boca se le advertía que sus futbolistas no estaban en condiciones de jugar, finalmente decidió pasarlo para hoy cuando River se solidarizó con la postura de su archirrival mientras más de 60 mil personas aguardaban en las tribunas el pitazo inicial.

"Hay un pedido de ambos clubes y pacto de ambos clubes de que se suspenda el juego", anunció Alejandro Domínguez, el presidente de la Conmebol, a periodistas.

Domínguez informó que el partido se jugará hoy desde las 17:00 horas local (14:00 tiempo del Centro de México) en el Monumental.

Tras el anuncio, se desencadenaron graves incidentes dentro y fuera del estadio. Simpatizantes riverplatenses quisieron ingresar a la zona de vestuarios, mientras en las afueras varios miles se enfrentaban con la policía. Al menos 30 personas fueron detenidas, según reportes de la prensa local.

La Agencia Gubernamental de Control impuso una clausura administrativa al estadio de River y condicionó la disputa de la final el domingo que la directiva de ese club pague una multa.

"Son faltas debido al exceso de la capacidad y de la liberación de los pasillos, son subsanables y pueden pagar una multa", explicó Ricardo Pedace, responsable de esa dependencia gubernamental.

"Esto nos tiene que avergonzar como sociedad. Que por esos 10, 12 ó 15 inadaptados se tenga que reprogramar un partido tan importante me apena", declaró el presidente de Boca, Daniel Angelici, a la cadena Fox Sports.

"Quince lograron estropear lo que millones de argentinos esperaban apasionadamente", lamentó el titular de River, Rodolfo D'Onofrio, al mismo medio. "Espero se tomen todas las prevenciones para que estas cosas no ocurran (el domingo)".

La final continental comenzó a truncarse pasado el mediodía, cuando el autobús que trasladaba al plantel boquense fue atacado con piedras y palos lanzados por un grupo de fanáticos riverplatenses a unas pocas cuadras del Monumental.

Videos viralizados en redes sociales mostraron como el vehículo, pese a estar custodiado por varios patrulleros y motociclistas de la policía, recibe los proyectiles al pasar frente a un vallado detrás del cual había varios hinchas identificados con River.

"En esa curva evidentemente hubo una falla en la seguridad", admitió Marcelo Alessandro, secretario de seguridad de Buenos Aires, en diálogo con el canal Todo Noticias.

Varios jugadores de Boca sufrieron heridas cortantes y resultaron afectados por gases lacrimógenos lanzados por la policía para dispersar a los agresores.

El capitán Pablo Pérez y el juvenil Gonzalo Lamardo fueron trasladados en ambulancia a una clínica privada. El primero sufrió cortes en el brazo y tenía lesionado un ojo por astillas de vidrios, según imágenes tomadas en el vestuario de Boca por allegados y difundidas en redes sociales. El otro futbolista se lo vio con problemas para respirar a causa de los gases.

"Lo que ha hecho la Conmebol es una vergüenza", lamentó la figura de Boca, Carlos Tevez, al retirarse del estadio. "Si esto fuera Boca ya estábamos afuera, la copa era de River".

"Para mí no se tiene que jugar (el domingo)", añadió el delantero. También enojado, su compañero Darío Benedetto apuntó que "que le den la copa a River, que tiene tanto peso en Conmebol".

La Conmebol emitió un comunicado en el cual informó que sus médicos constataron que los jugadores de Boca "sufrieron lesiones de piel superficiales" y que otros dos "refirieron lesiones en la córnea, lo cual no se pudo confirmar con nuestro cuerpo médico".

Agregó que "consideramos que desde el punto de vista médico no existe causal para la suspensión del partido".

"Esto es futbol, no una guerra", declaró luego Domínguez al anunciar la postergación para el domingo. "Ninguno de los dos cuadros quieren jugar porque se desnaturalizó el partido".

"Podemos ganar o perder, pero que el rival esté en condiciones. Nos pusimos rápidamente de acuerdo con Daniel (Angelici)", afirmó D'Onofrio.

Como otros miles de hinchas millonarios que tenían planeado vivir una fiesta, Pablo Wende salió del estadio cabizbajo con sus hijos, Federico y Lucas, ambos con la camiseta de River.

"Es una lástima. Falló el operativo de seguridad, pero vamos a volver mañana", dijo Wende. "Como todo el mundo, nosotros estábamos muy ilusionados con ver esta final, pero bueno".

El violento episodio trajo a la memoria lo sucedido en los cuartos de final de la Libertadores 2015 en el estadio la Bombonera. Simpatizantes locales lanzaron gas pimienta a los jugadores de River cuando salían por una manga hacia el campo de juego. Varios sufrieron lesiones en los ojos y problemas para respirar.

La Conmebol le dio por ganado el partido a River y sancionó a Boca con la suspensión de su estadio y una multa económica.

Boca y River habían empatado 2-2 en el duelo de ida jugado hace dos semanas, que también se postergó un día pero a causa de un temporal de lluvia que afectó el campo de juego de la Bombonera.

Esta vez fue por una lluvia de piedras. "Mirá qué espectáculo dimos al mundo", se lamentó Angelici.

No juegan. Aficionados del River Plate agredieron al autobús que transportaba al Boca Jrs. y la final de la Copa Libertadores 2018, entre estos dos equipos, tuvo que aplazarse para hoy, ante el clima de inseguridad que privaba alrededor del partido.

No juegan. Aficionados del River Plate agredieron al autobús que transportaba al Boca Jrs. y la final de la Copa Libertadores 2018, entre estos dos equipos, tuvo que aplazarse para hoy, ante el clima de inseguridad que privaba alrededor del partido.

Marcelo Gallardo se acerca a ver el estado de salud de los jugadores de Boca luego de la suspensión del partido de la final de la Copa Libertadores. (EFE)
Marcelo Gallardo se acerca a ver el estado de salud de los jugadores de Boca luego de la suspensión del partido de la final de la Copa Libertadores. (EFE)
Los aficionados dentro del inmueble tuvieron que ver frustrado su deseo de ver la vuelta de la final por la Copa Libertadores.
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