“Is this the real life? Is this just fantasy?...”, se escucha en el horizonte... El cine, al servicio de la música, y viceversa.
La estrecha relación que guardan el séptimo arte (séptimo porque llegó al último) y la música es innegable. Desde que tengo uso de razón, que no es hace demasiado tiempo, he visto películas por su música y escuchado música después de ir al cine. Y lo de hoy es Queen.
La banda británica que revolucionó la música en los setentas y ochentas cobra vida de nuevo, 27 años después de la muerte de su icónico vocalista.
Dicen que Queen ya desbancó al reguetón de los primeros lugares de Spotify (lo que se usa hoy), sus discos (reeditados no hace muchos años) se venden otra vez y por las calles de la ciudad pasan automóviles con la “Rapsodia bohemia” a todo lo que da, cual Mundo de Wayne.
La música de verdad se niega a morir. Aún así, hay generaciones perdidas que necesitan recurrir a Google o al séptimo arte para conocer a una banda que tuvo el mundo a sus pies. Como sea, lo importante es que ya están ahí. No se vayan.
Más allá de los gustos, es imposible no reconocer lo que los cuatro músicos del grupo hicieron para la música, el aporte y la parte tanto creativa como inspiracional. Dejemos a Queen por un momento. Hablemos del legado. Irreverencia. Atrevimiento. Romper con lo establecido. La esencia del rock.
Metallica les rinde un tributo al grabar uno de sus temas más “pesados”, Stone Cold Crazy, en la recopilación Rubáiyát: Elektra’s 40th Anniversary, lanzado en 1990 para commemorar los 40 años del sello estadounidense Elektra Records.
A mi gusto, Metallica mejora la canción.
En 1992, plena adolescencia de mi generación, Bohemian Rhapsody toma un nuevo aire gracias a dos simpáticos personajes interpretados por Mike Myers y Dana Carvey en Wayne’s World (Myers aparecería también en el recién estrenado filme inspirado en Mercury). Lo mejor de la película noventera y su secuela, la música. Otro que nunca negó la influencia de Mercury en su producción musical fue Rob Halford, mucho en común. Y al mismo tiempo que Queen abrió puertas y probó excesos también nos mostró el otro lado: la unidad; Queen mantuvo a sus cuatro integrantes originales prácticamente desde siempre y hasta el final.
Bohemian Rhapsody, la película, no es un documental ni una biografía.
Bohemian Rhapsody, la canción, es una obra maestra. Inmortal e insuperable; la explosión creativa de la banda.
Es una canción perfecta. “Open your eyes, look up to the skies and see...”. En otros temas, otra banda británica exitosa vendrá a México el año que entra y ya abrió una segunda fecha ante la demanda de boletos.
Iron Maiden está de regreso para presentar su propio legado, The Legacy of the Beast, 29 y 30 de septiembre en el Palacio de los Deportes.
Dicen que vendrán también a la nueva versión del Northside... nada mal le caería a un festival como este una bandota reina. Ojalá. Yo prefiero esperar.
Para la Comarca se vienen un par de sábados ‘rockers’: el primero, este 24, el “Paika’s Bar” presenta su Posada Metalebria con bandas como Remember, Atlantic, Bandera Roja, Chile de Árbol e Influencia Negativa.
Para el 1 de diciembre, la Posada del Dihablo presenta a: What I’ve Become, Siniesthro, Martires, Paniko, Aquerontte y Black Commando, en la casa del Dihablo [Allende, a 20 pasos de la Plaza Mayor].
Y para el viernes 7 de diciembre, Ángeles del Infierno en Torreón.
Ahí nos vemos. La Música del Dihablo [en Facebook].
