El miércoles pasado la LXI Legislatura aprobó una modificación a la ley del registro civil en Coahuila que permitirá a las personas Transgénero, Transexuales y Travestis (TRANS) realizar modificaciones en sus datos personales. Así, podrán hacer cambios en actas de nacimiento y con ellas tramitar la credencial del INE o pasaporte con datos nuevos. Sin embargo, este reconocimiento legal parece estar lejos de ser una expresión de reconocimiento social, tanto a ese colectivo como a otros a los que sus derechos son vulnerados sistemáticamente.
Este acto legislativo conlleva un componente comunicativo importante: el reconocimiento de los derechos humanos de las personas TRANS. Este grupo que dentro del colectivo LGBT quizá sea el que experimenta más formas de intolerancia, vulneración y exclusión. Es un paso en el camino a reconocer la dignidad de toda persona humana. Hay una lección: desde sectores marginados se reivindica el trabajo por una sociedad más justa para todas las personas.
De la realidad jurídica a las realidades sociales. La iniciativa legal, que primero fue aprobada en comisiones y luego en el pleno del Congreso, continuará con el camino habitual de toda reforma local. En unos meses podrán realizar cambios en su papelería oficial. Lo que no necesariamente significa que al momento de utilizar sus nuevos documentos para identificarse se encuentren con prácticas distintas a las que hasta hoy han experimentado, ya que muchas veces se enfrentan a discriminaciones.
Obtuvieron un reconocimiento legal y condiciones para el cambio documentos oficiales. Siguen ausentes iniciativas públicas para dar apoyo integral a las personas TRANS y a sus círculos familiares y laborales. Ayudar a los ámbitos inmediatos del colectivo, así como a la sociedad en general, para avanzar en la comprensión, escucha, aceptación y reconocimiento de la dignidad y el valor de las personas que forman parte de este colectivo.
Si bien la medida adoptada por el Congreso de Coahuila facilitará el acceso a la salud pública y al mercado laboral, entre otros derechos, difícilmente esta medida legal es suficiente para erradicar el estigma y la discriminación que recibe esta minoría cuando acude a los centros de salud. La brecha sigue siendo muy grande entre el reconocimiento legal y el respeto efectivo del derecho a "recibir un trato adecuado, así como un pago justo e igualitario… a ocupar cargos públicos incluyendo aquellos de elección popular", como afirman los derechos humanos de las personas TRANS publicados en junio de este año por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Acción en colectivo. En el proceso de demanda de reconocimiento de los derechos humanos, la organización y el trabajo en colectivo suele favorecer la respuesta de las instituciones del estado. Las acciones en conjunto no son necesariamente los caminos más rápidos o fáciles de ejecutar, sin embargo, los últimos procesos de demanda ciudadana dan cuenta de la efectividad a largo plazo. Fueron fundamentales las estrategias de la comunidad de "San Aelredo AC" para la aprobación de la nueva ley.
Una de cal y otra de arena. Los mismos integrantes de la LXI Legislatura rechazaron la iniciativa de declarar a Coahuila cómo "santuario" para las personas en tránsito por el territorio nacional, así como también de las que solicitan refugio. Diez diputados del PRI y uno más de UDC lograron bloquear el punto de acuerdo presentado por un diputado de MORENA. La figura de "santuario" ha servido recientemente a ciudades y universidades en USA para reconocer la dignidad de las personas migrantes y brindarles ayuda. Así, el actual Congreso da señales de carecer de una visión integral de los derechos humanos. No parece que estos sean principios rectores de su labor legislativa. Pareciera que dependen de la presión que reciben, lo cual margina a las minorías que no han logrado representación o que no son reconocidas como interlocutoras válidas para el órgano legislativo estatal.
Twitter: @davidsecular
