Las autoridades norteamericanas dieron a conocer que se trataba de cinco integrantes de una familia de hondureños.
Una familia originaria de Honduras fue rescatada por elementos de la Patrulla Fronteriza de Eagle Pass, cuando sus cinco integrantes quedaron atrapados en las aguas del río Bravo y permanecían sujetos a los pilares del puente internacional número I.
Derivado de ello, se logró evitar que los migrantes centroamericanos murieran ahogados, pues hasta el lugar se trasladaron los agentes de la patrulla fronteriza norteamericana, asignados a la unidad de infantería de marina de Eagle Pass, quienes los ayudaron a subir a un bote para llevarlos a tierra firme.