Nosotros Desayunos Eventos Salud

las palabras tienen la palabra

LA PAZ QUE TODOS QUEREMOS

La paz que todos queremosLa paz que todos queremos

"Debemos de pugnar para que el hombre piense en la paz, pero no solamente impulsado por su instinto de conservación, sino fundamentalmente por el deber que tiene de superarse y de hacer del mundo una morada de paz y de tranquilidad cada vez más digna de la especie humana y de sus altos destinos. Pero esta aspiración no será posible si no hay abundancia para todos, bienestar común, felicidad colectiva y justicia social…".

Estas palabras son parte de un discurso pronunciado hace más de 40 años por un señor que no era político, ni diplomático, ni siquiera funcionario menor, y a pesar del tiempo transcurrido y de que él murió hace años, sus palabras siguen teniendo vigencia como si hubieran sido dichas ayer mismo.

Efectivamente, este orador no era político; es más, tampoco era orador. Era un actor a quien le daba por hacer reír a la gente con su verborrea y sus desplantes de hombrecillo callejero.

El personaje, que era casi un indigente, por extrañas circunstancias llegó a convertirse en todo un señor embajador y eso le dio la oportunidad de dirigirse a la Asamblea de Representantes de las Grandes Potencias, oportunidad que él aprovechó para darles una buena regañada.

"Estamos pasando un momento crucial - les dijo - en que la humanidad se enfrenta a la misma humanidad. Estamos viviendo un momento histórico en que el hombre científica e intelectualmente es un gigante, pero moralmente es un pigmeo".

Se llamaba Mario Moreno y le apodaban "Cantinflas". En la película Su Excelencia, pronuncia este discurso que entre broma y broma lanza dardos muy picudos y remueve conciencias.

"Esta vez - dice Cantinflas a los asambleístas - no les he hablado a ustedes como Excelencia, sino como un simple ciudadano, como un hombre libre, como un hombre cualquiera, pero que, sin embargo, cree interpretar el máximo anhelo de todos los hombres de la tierra, el anhelo de vivir en paz, el anhelo de ser libres, el anhelo de legar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, un mundo mejor en el que reine la buena voluntad y la concordia".

El mundo en 1967 - año en que se filmó esta película - era muy diferente al actual. El mundo era diferente, pero el anhelo es y ha sido siempre el mismo: queremos un mundo de paz y de concordia para nosotros y para nuestros hijos.

Es muy cierto que queremos hacer del mundo una morada de paz y de tranquilidad cada vez más digna de la especie humana y de sus altos destinos y esta aspiración no será posible si no hay abundancia para todos, bienestar común, felicidad colectiva y justicia social. Todo eso es muy cierto y sería absurdo pensar que alguien pretenda lo contrario.

Lo único que nos falta es preguntarnos: ¿Qué estoy haciendo yo para que el mundo alcance ese objetivo?

De la sinceridad de la respuesta que cada quien le dé a esa pregunta, depende realmente el futuro de la humanidad.

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios: [email protected]. Twitter: @donjuanrecaredo.

ME PREGUNTA:

Aída Margarita: ¿Cómo se escribe, gobernatura o gubernatura? No encuentro esta palabra.

LE RESPONDO:

Lo correcto es gubernatura. En el Diccionario, no viene porque es un derivado de la palabra gobernador. Si en el Diccionario se incluyeran todos los derivados posibles, sería un trabajo interminable.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

Nadie debe vivir pobre para morir rico.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1519741

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx