Hombres de influencia en la toma de decisiones durante la época de la Revolución; con importante presencia en el ánimo de caudillos revolucionarios y dirigentes políticos; de palabra seductora...
fogosos oradores y destacados participantes en la tribuna y en el debate parlamentario; integrantes de la XXVI Legislatura Federal; elocuentes, irónicos y mordaces que, lamentablemente, se ubicaron a "contrapelo" de la historia al apoyar desde la tribuna legislativa al gobierno usurpador de Victoriano Huerta, representando a diferentes distritos electorales: de la Capital de la República, uno; del Estado de Jalisco, otro; de Chiapas, aquel y del Estado de Nuevo León, éste.
El próximo martes se celebra oficialmente el 108 Aniversario del movimiento revolucionario de 1910; estos personajes cubrieron un episodio turbulento en el devenir histórico de México; son conocidos e identificados como "El Cuadrilátero". Aquí datos biográficos de ellos:
A.- Francisco María de Olaguíbel.- Nace en México, D. F. el 6 de noviembre de 1874. Escribió en la Revista Mañana. En el Congreso se distinguió como un orador extraordinario. Autor de numerosas obras, principalmente de índole poética: Canciones de Bohemia y Rosas de Amor y de Dolor. Falleció en Coyoacán, D. F. el 14 de noviembre de 1924.
B.- José María Lozano.- Nació en San Miguel El Alto, Jalisco, el 28 de octubre de 1878, o sea que el 28 del pasado mes hubiese cumplido 140 años. Estudió en Guadalajara y en la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Se desempeñó como Agente del Ministerio Público, Secretario de Estado e integrante de los Jurados Populares, en los que su actuación fue de un mérito extraordinario. Su muerte aconteció en México, D. F., el 7 de agosto de 1933.
C.- Querido Moheno.- Su nacimiento es en Ixtacomitán, Chiapas, el 3 de diciembre de 1874. Realizó estudios en la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Fue Ministro de Relaciones Exteriores. Creador de la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo, Presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, Gobernador del Estado de Chiapas. Autor, entre otros, de los siguientes trabajos: Cosas del Tío Sam, Cartas y Crónicas, Discursos Parlamentarios, Sobre el ara sangrienta, Sobre la brecha, Cuestiones, Mis últimos discursos y Procesos célebres: Nidia Camargo Rubín y Honorio Rodríguez. Murió en la Ciudad de México el 12 de abril de 1933.
D.- Nemesio García Naranjo.- Originario de Lampazos, Nuevo León, en donde nace el 8 de marzo de 1883. Secretario de Educación Pública de 1913 a 1914. Autor de la tendencia educativa del "Ideal en la Escuela". Sus obras principales son: Sor Juana Inés de la Cruz; Discursos, El Quinto Evangelio, Porfirio Díaz, Simón Bolívar, La comedia del vendedor de muñecas y La venta de los antepasados. Murió en la Ciudad de México el 21 de diciembre de 1962.
CONTEXTO HISTÓRICO
El triunfo de Madero en las elecciones fue indiscutible. Pero conforme avanzaba su gobierno, la popularidad del "Mártir de la Democracia" fue disminuyendo, debido a una serie de problemas que tuvo que enfrentar, sobre todo la continuidad del movimiento zapatista. Los funcionarios que ocuparon las principales carteras en su gabinete no tenían la experiencia requerida y la solución de los problemas fue muy lenta. Además Madero heredó un poder legislativo porfirista, con el que tuvo que lidiar más de un año, Congreso que se renovó hasta 1912.
Por primera vez, después de mucho tiempo, hubo una Cámara de Diputados independiente, autónoma, de verdadera oposición que, debiendo ser el principal apoyo del gobierno maderista, se convirtió en su primer crítico y opositor. Fue la XXVI Legislatura, conformada por representantes de la mayoría de los partidos políticos: el Partido Constitucional Progresista o Renovador; Partido Liberal y el Partido Católico. A éstos, se sumaban los diputados llamados "independientes". El grupo más significativo fue el Renovador, que aunque era partidario de Madero, no siempre estuvo de acuerdo con sus acciones de gobierno.
Leamos lo que escribe Blanco Moheno sobre el tema de este Enfoque: "La XXVI Legislatura ha pasado a la historia mexicana. Nada más justo. En su seno brillaron los mejores hombres de una generación extraordinaria -solamente la generación de La Reforma es superior-. En su seno chocaron los más encontrados sentimientos, lucharon los más feroces antagonismos. Esta Legislatura nació a la vida junto con el nuevo régimen. Presenció la caída y el asesinato de Madero. Y presencia la ascensión de Huerta. Y presenció el alzamiento de Carranza. No he repetido en balde esta palabra, presenció. Esta Legislatura en la que se contaban hombres de grandes dotes, se limitó siempre a presenciar...
Esta Cámara baja fue formada por tres grupos completamente disímiles. Los conservadores eran 21, representantes del México negro.
Los radicales -¡así se llamaban!- eran 84. ¿Por qué, entonces, la actuación de esta Legislatura debe señalarse con un crespón de luto? Porque el 90 por ciento de los diputados llamados revolucionarios, no eran en realidad sino burgueses que odiaban al porfirismo por no haber podido tomar parte en el banquete, pero que detestaban al pueblo, o en los mejores casos, no lo entendían, no se interesaban por él...".
"De esa Cámara solamente un hombre tenía conciencia de lo que quería: Luis Cabrera. De la izquierda, tal vez el más brillante era Jesús Urueta. Éste, era maravilloso, sublime, a veces. Ante las masas resultaba absurdo, sin embargo. Era, pues, un luchador de los círculos intelectuales. Una poderosa máquina en asambleas preparadas. Y nulo ante el pueblo, que lo respetaba, pero que no lo entendía...".
"Así como en la Asamblea de la Gran Revolución existió 'el pantano', el centro formado por cobardes o por ineptos que tan pronto apoyaban a uno como al otro extremo de los contendientes, también el grupo de los 'Prudentes' apareció en la XXVI Legislatura...".
"Este enigmático grupo nunca quiso constituirse en bloque obedeciendo a su anhelo de 'no dar color'. Sus jefes visibles eran Jorge Vera Estañol y Rodolfo Reyes, ambos eran enemigos de Madero...".
"Los conservadores al descubierto, francamente militantes, eran 21, como ya he dicho. Inmediatamente después de integrada legalmente la Cámara, se reunieron en una junta de la cual surgieron sus principales dirigentes: cuatro abogados, el tristemente célebre Cuadrilátero, ejemplo vivo, por rechazo, para la juventud. La vida de cada uno de estos hombres es ejemplo de lo que NO deben hacer los hombres jóvenes cuando intervienen en política...".
"Francisco M. Olaguíbel, José María Lozano, Querido Moheno y Nemesio García Naranjo, son sus nombres. ¡Cuántas batallas parlamentarias rememoran sus figuras! ¡Qué dolor para el cronista neutral ver a estas personalidades tan brillantes, enlodarse al extremo de participar en el gobierno de usurpación de Victoriano Huerta, llevadas solamente de una insana ambición!".
"A excepción de Querido Moheno, los otros tres habían sido colaboradores de "El Debate", un sucio periódico corralista, es decir, vocero de "los científicos", antimaderistas, antirrevolucionarios en consecuencia. ¡Y pensar que eran jóvenes, y que estaban dotados por la naturaleza para realizar grandes cosas!".
El Cuadrilátero fue la representación proporcional de los conservadores. Olaguíbel es el maduro estratega, el aristócrata que por análisis íntimo desprecia al pueblo, sostiene que nuestra gente es menor de edad para siempre, y aplica su idea a la política pugnando por un "gobierno de los mejores...".
Moheno es el aventurero que llega a la política en busca de notoriedad, un sediento de éxito, que no de gloria. Ahí está su gran tragedia. Es el hombre del éxito populachero. Para obtener el aplauso de la galería, hace circo, maroma y teatro. Quiere sobresalir, es un pavo real...".
"...Con Lozano llegamos a lo sucio, a lo sensualmente sucio. Lozano es un crápula, un ebrio consuetudinario. Quiere dinero para vivir su vida -¿vida?- de juerga sempiterna. ¡Y no le importa cómo obtenerlo! Sin tener la agresividad ni la simpatía de Querido, huérfano de la reflexiva calidad de Olaguíbel, es, sin embargo, el mejor orador del grupo; la vida le dio por aberración, un instrumento terrible para actuar a ciegas, la elocuencia, en busca de miserables placeres, en medio de una época saturada de romanticismo, presidida por el gran fantasma de Víctor Hugo e influenciada por Castelar...".
"García Naranjo, es moralmente, quien menos culpa tiene. Es un poeta romántico, un muchacho bello que porque el General Naranjo, su orgullo familiar, fue enemigo de Bernardo Reyes, considera obligación suya ponerse del lado de los 'científicos'...".
"Pues bien: este Cuadrilátero encuentra el río revuelto. Olaguíbel vacila, Moheno ataca; Lozano trina, García Naranjo sueña. ¡Y ante ellos, bajo ellos, sobre ellos, un pueblo ensangrentado sigue su marcha dolorosa, víctima de todas las estupideces y de todas las traiciones!".
