EL NIÑO SE MARAVILLA
AL VER LA LUNA LLENA
Queda en suspenso ante la inmensidad del mar.
Se deleita en la contemplación del arco iris.
Sigue con curiosidad el vuelo de ese pájaro huidizo.
Mira, absorto, las ramas del nogal agitadas por el viento.
Es un niño.
Está naciendo al mundo.
Yo, igual que el niño, me maravillo al ver la luna llena.
Quedo en suspenso ante la inmensidad del mar.
Me deleito en la contemplación del arco iris.
Sigo con curiosidad el vuelo de ese pájaro huidizo.
Miro, absorto, las ramas del nogal agitadas por el viento.
Me asombran todavía, como al niño, los prodigios del cielo y de la tierra.
Soy viejo.
Pero no he envejecido.
¡Hasta mañana!...