Equipo. El diario turco Sabah asegura que un equipo saudita de 11 personas fue enviado a Estambul para desaparecer pruebas. (ESPECIAL)
"Pensamos que estos dos agentes, uno especializado en química y el otro en toxicología, vinieron a Turquía con el único objetivo de borrar las pruebas del asesinato antes que la policía turca accediera al consulado saudita y a la residencia del cónsul", indicó Sabah que cita a un funcionario turco.
Según el rotativo, el equipo saudita compuesto por 11 personas, entre ellos el químico Abdulaziz Aljanobi y el toxicólogo Khaled Yahya Al Zahrani, llegó el 11 de octubre a Estambul no para ayudar a aclarar la muerte de Khashoggi, sino para arruinar las pruebas.
Los dos expertos sauditas, a quienes el diario describe como "limpiadores", visitaron el consulado de su país y la residencia del cónsul todos los días durante una semana para borrar cualquier rastro del asesinato del periodista, antes de regresar a Arabia Saudita el 17 de octubre, según el periódico Hürriyet.
En principio Arabia Saudita rechazó la solicitud de Turquía para registrar el consulado, pero fue hasta el 15 de octubre cuando finalmente accedió y 10 días después admitió que el periodista fue víctima de un asesinato premeditado.
HIJOS DE KHASHOGGI RECLAMAN SU CUERPO
Los hijos del periodista saudita Jamal Khashoggi asesinado en el consulado de su país en Turquía, reclamaron la entrega del cuerpo de su padre y afirmaron que han vivido semanas de angustia e incertidumbre.
Deseo que sea lo que le haya pasado, no haya sido doloroso para mi padre o que haya sido rápido, dijo Abdullah Khashoggi, de 33 años de edad, en una entrevista a la cadena estadunidense CNN.
Acompañado de su hermano Salah, dos años mayor, afirmó que su padre era valiente, determinado y generoso.
Jamal Khashoggi fue asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul el pasado 2 de octubre y a la fecha su cadáver sigue desaparecido.
Las autoridades sauditas han negado que haya sido desmembrado y disuelto en ácido, y afirman que ignoran su paradero.
Pero sus hijos indican que sin el cuerpo de su padre, la familia está imposibilitada de hacer el duelo y cerrar este capítulo.
Todo lo que ahora queremos es sepultar el cadáver en un cementerio en Medina, en Arabia Saudita, con otros miembros fallecidos de la familia, dijo por su parte Salah.
Describieron a su padre como una persona moderada, apreciada por todos, con diferencias y semejanzas con otros, pero era genuino y feliz y fantástico padre.
Ambos expresaron su temor de que su muerte esté siendo politizada en exceso, con análisis que van más allá de la verdad.
Para Abdullah es una "etiqueta" decir que su padre fue simpatizante de los Hermanos Musulmanes y un peligroso islamita, como el príncipe heredero de la corona saudita dijo a Jared Kusner, yerno y asesor del presidente estadunidense Donald Trump.
También rechazó que haya sido un disidente, por el contrario estimaba que la monarquía es lo que mantiene unida a Arabia Saudita, y creía en la transformación que se vive en el reino, añadió.
Abdullah narró que tuvo oportunidad de visitar a su padre en Turquía antes de que fuera asesinado, verlo feliz en su nueva relación de pareja. Estaba feliz y me siento muy agradecido de haber tenido un último momento con él, acotó.
