La explosión de un puesto de venta de cohetes y la reacción en cadena de otros negocios callejeros de material pirotécnico ocasionaron una tragedia con un saldo preliminar de al menos 38 muertos y 70 heridos en la víspera del Año Nuevo, en el centro del puerto de Veracruz, en el Golfo de México.
El alcalde de Veracruz, José Ramón Gutiérrez, admitió hoy la posibilidad de que el número de muertos siga aumentando, ya que el fuego alcanzó cinco cuadras en momentos en que la zona estaba muy congestionada.
Los bomberos y otros organismos de socorro siguen trabajando sobre los escombros, por lo que el alcalde indicó que "cualquier información es preliminar".
Señaló que la mayoría de las personas atendidas en centros hospitalarios llegaron con severos problemas de asfixia y heridas de diversa consideración.
Las autoridades confirmaron que el incendio está controlado, pero que los trabajos de remoción de escombros continúan en unos 25 almacenes y locales adyacentes.
Gutiérrez hizo un balance de la tragedia y precisó en conferencia de prensa que la primera explosión se produjo a las 17.30 horas (23.30 GMT) en la esquina de las calles Hidalgo y Juan Soto, donde había un puesto clandestino de almacenamiento y venta de cohetes.
Frente a ese lugar se ubicaba otra bodega clandestina que también saltó en pedazos. La estela de fuego consumió 47 puestos de venta de mercancías y comida, y destruyó doce edificios, la mayoría comerciales.
El agente de la Fiscalía local Ignacio Avilés declaró a la prensa que las explosiones y el incendio en el mercado de Hidalgo, situado en el casco antiguo de la ciudad, dejó 32 muertos, 15 desaparecidos y 27 lesionados, de los cuales 17 ya fueron dados de alta.
Fuentes periodísticas habían indicado que el número de muertos ascendía a 38 y que el de desaparecidos sobrepasa los cincuenta, aunque ninguna autoridad confirmó esa versión.
Respecto a las numerosas versiones que se manejan sobre la tragedia, el coordinador operativo de Protección Civil de Veracruz, Josué Cinta, indicó a EFE que la cifra oficial es de 28 muertos: quince que quedaron en la vía principal, y trece encontrados durante la remoción de los escombros.
También enfatizó que todavía no se conocen las causas que produjeron la tragedia, aunque señaló que las tres hipótesis más probables tienen que ver con la manipulación ilegal de material pirotécnico.
Las autoridades decomisaron hoy cuatro toneladas de cohetes que estaban en la zona y detuvieron a cinco personas que escondían pólvora, mientras mantienen aislada la zona con efectivos del ejército.
El alcalde Gutiérrez afirmó que gracias a la rápida reacción de los bomberos se evitó que hicieran explosión dos tanques de gas que contenían 2.000 litros de combustible.
El edil acusó a los vendedores clandestinos de cohetes de ser los responsables del suceso en el mercado, localizado en el centro del puerto.
Recordó que desde hace varios días los vendedores de artefactos pirotécnicos y petardos provocaron protestas para no ser desalojados de la zona y que se manifestaron y bloquearon calles para poder vender sus productos.
Insistió en que el Gobierno local intentó mediante el diálogo evitar el comercio clandestino, y que en diciembre se llevaron a cabo cuatro operaciones de registro.
En la última de ellas, el 23 de diciembre, indicó, las fuerzas policiales fueron recibidas con piedras y palos, y aseguró que algunos agentes sufrieron heridas.
En el caso de los vendedores ambulantes y comerciantes con puestos fijos se cruzan intereses políticos, pues el control de las calles está en manos de grupos que administran áreas como si las hubieran recibido bajo concesión.
Gutiérrez pertenece al conservador Partido Acción Nacional (PAN), mientras que las organizaciones de comerciantes son controlados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El alcalde reveló que había pedido a la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) que intercediera en el control del lugar y señaló que este trámite "se enredó en la burocracia".
Ante la tragedia, Gutiérrez ordenó suspender las celebraciones oficiales de Fin de Año programadas en el bulevar de la ciudad, frente a las aguas del Golfo de México.
En septiembre de 1999, una tragedia similar tuvo lugar en el Mercado de Celaya, en el estado de Guanajuato, donde 63 personas fallecieron y 350 resultaron heridas en una cadena de explosiones ocurridas en diversos almacenes clandestinos de material pirotécnico, situadas en la central de abastos de la ciudad.
