Perdieron los Guerreros un partido impensable para muchos... pero al menos para Saúl, no. Anticipadamente, mi amigo el "Shaggy" dijo que Santos perdería sus últimos tres partidos del Apertura 2018, lo cual a mí me pareció exagerado en un principio. No le pregunté su motivo para pensar eso... seguí de largo. Pero el primero de esos tres partidos ya pasó y sí, fue una derrota. Aún así, me cuesta creer que lo que vendrá en los últimos dos encuentros del torneo regular sean derrotas. Es decir, que Santos ya no logré sumar ni un punto de los últimos nueve en disputa.
La derrota de ayer ante los Gallos Blancos es inobjetable, por donde se le vea.
Hay momentos en los que los Guerreros muestran otra cara distinta a la que han acostumbrado a sus aficionados en la mayor parte del torneo y que los ha puesto a soñar a todos con el bicampeonato. Ellos mismos, los jugadores, directivos y cuerpo técnico no han dejado de mencionar el tema en las recientes semanas.
Es más, hasta yo soñé el otro día en la siesta que Santos celebraba el famoso bicampeonato. Y vaya que sería toda una celebración.
Un segundo título consecutivo está tan cerca y tan lejos como lo quiera el mismo equipo. Jugando a lo que saben, pueden terminar entre los primeros tres de la tabla y tener altas probabilidades de repetir el campeonato. O pueden irse alejando de las primeras posiciones en las últimas dos jornadas del torneo y complicarlo todo. Cuando leí el vaticinio del "Shaggy", recordé el torneo pasado, en el que los Guerreros sufrieron un bajón hacia al final. Cayeron ante Pachuca, Pumas y América. Incluso perdieron la ida de los cuartos de final. Luego, tres triunfos en casa y llegó la tan deseada sexta estrella.
¿Moraleja? Nunca hay que descartar a los Guerreros.
La derrota de ayer en La Corregidora puede tomarse, como dicen los que saben, como una caída "a tiempo" para darse cuenta de los errores y corregir antes de que las derrotas pesen el doble.
Lo que no deja de llamar mi atención son los encabezados de los boletines de prensa que manda el club: "Santos Laguna muy cerca de la remontada en Querétaro". ¿Que remontar no es darle vuelta a un marcador y lo primero que se tiene que hacer es empatar? En fin, cuestión de enfoques y redacción. Nada serio.
Al Santos le quedan dos partidos en el Apertura 2018, coincidentemente los mismos que el torneo anterior, aunque en diferente orden: América y Pumas.
Que sea eso una buena señal, incluso independientemente de los resultados, que Santos ya está en la fiesta grande y ha sido campeón siempre con técnicos que no habían ganado títulos antes. Que ha sido campeón llegando de atrás y sin hacer mucho ruido.
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