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Soy católico por tradición o por "herencia", mis padres y mis abuelos así lo fueron, así es que todos los descendientes de ambas familias continuamos con esa religión, aunque no muy apegados a ella. Consideramos que ningún descendiente de ambas ramas fuimos muy cumplidos con los mandamientos que desde pequeños quisieron lleváramos a efecto: Acudir todos los domingos a escuchar misa, confesarnos, comulgar cada domingo y cumplir con todos los ritos que vimos en nuestros antepasados.
Como todos los miembros de mi familia inmediata (mis padres y mis ocho hermanos), fuimos bautizados, después confirmados, tiempo después llevamos a cabo la primera comunión, y al contraer matrimonio, lo llevamos a cabo por ambas leyes: la civil y la católica.
Pretendimos seguir con las mismas tradiciones con los hijos y llevamos a cabo los mismos rituales, ya cada uno de ellos tienen sus propias familias e ignoro si continúan con las mismas. En lo personal, no soy de los que escucho misa cada domingo, creo que visito una iglesia católica sólo en eventos sociales, entre ellos, continúo asistiendo a las misas de cuerpo presente de familiares, amigos y familiares de amigos, sin embargo, creo en un Ser Superior y a Él me apego cada vez más, sobre todo en los últimos años, cuando pensamos, y seguro estamos de ello, que "ya estamos más cerca de allá, pues ya nos tocó recorrer mucho de acá".
Sin embargo, al llegar a Torreón hace 50 años, sentimos la necesidad de estar más cerca de nuestras creencias religiosas; era más frecuente que todos los domingos fuéramos a escuchar misa, y fue así que empezamos, en compañía de los amigos y compañeros de las casas de asistencia donde vivíamos, a acudir a las iglesias que más cercanas teníamos de ellas.
Como los primeros meses buscamos casas de asistencia que estuvieran cerca de nuestra escuela de medicina, así es que ésta fue la Iglesia de San José, que recuerdo estaba en construcción. Como buen provinciano, yo la veía grandísima, pues después me pude dar cuenta que abarca una manzana completa y que tuvieron que pasar varias décadas para decir que "al fin la terminaron", pero creo que no es así, ya que "siempre de los siempres" se está trabajando algo en ellas. Tuvieron que pasar muchos, muchos años, para saber que en la parte baja de la misma, en el sótano, había un gran mausoleo, y todavía, muchos años después de que en él se habían colocado dos hermosas esculturas, una de ellas una réplica de "La Pieta" y la otra conocida como "La viuda", de las cuales otros tantos años después investigué de su origen y escribí sobre ellas.
Al iniciar 1969 el segundo año de la carrera, nos alejamos un poco de los alrededores de nuestra alma mater y buscamos casas de asistencia a pocas cuadras de la Calzada Colón, hacia el oriente, y esto fue por las Avenidas Allende y Calle Jiménez, de tal manera que la iglesia que más cerca teníamos era la Catedral del Carmen, que por aquellos entonces ignoraba cual era la diferencia de una parroquia, una iglesia, un santuario, una capilla, y por supuesto, de lo que era una catedral.
Como también nos quedaba cerca la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro, en ocasiones acudíamos a ella a escuchar misa. Desde fines del 68', sabíamos que existía más hacia el oriente la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, pero fue hasta el año siguiente, que me llamó la atención las peregrinaciones que se llevaban a cabo iniciando diciembre, sin embargo, no acudía ni tan siquiera a ver a los que en ella participaban.
Con el paso de los años, veíamos que ya no tan sólo era a partir del 1° de diciembre, sino que se iniciaban durante varios días de noviembre, mismas que sabía empezaban a partir de la Alameda Zaragoza desde temprana hora, antes de que oscureciera, para durar por más de cuatro horas.
Después, en el transcurso de este medio siglo, soy testigo de la gran cantidad de empresas grupos y particulares que participan en ellas y en una nota del 2 de este mes se anuncia que: "Abrirán inscripciones para participar en peregrinaciones", lo que fue a partir del día siguiente, pues si el año pasado se registraron alrededor de mil 200 grupos, cifra que superó a la de años anteriores, de tal manera que para este año se espera que supere la del año pasado, teniendo ya programada la primera que se llevará el 7 de noviembre y que llevan a cabo los ferrocarrileros por celebrar esta fecha su día, después de ella será hasta mediados del mismo mes que se continuará ya en forma continua hasta llegar a la que se lleva la noche del 11 de diciembre.
Imagínense el impacto que me llevé como buen provinciano, ya que de la población de donde había llegado, tan sólo se llevaba una peregrinación y ésta se llevaba a cabo precisamente el 12 de diciembre en cualquier día de la semana que cayera esa fecha tan especial para el pueblo de México.
