Excelente su redacción: hay sintaxis, prosodia, ortografía y claridad de pensamiento. Aborda un tema tan común sobre la mala actuación de los gobernantes municipales que no necesitamos nombres para confirmar sus males artes como sucede con la presidenta municipal de Lerdo, señora González Achem, a quien acusa de gastar dinero público en veleidades, ignorando los problemas de urgente solución que afectan a las ciudadanos.
La ostentación de los malos políticos y de los que aspiran a serlo no es nueva; tan pronto asumen mando y poder adquieren con dinero del erario vehículos cerrados o de doble cabina último modelo y pasean su falsa grandeza ante los azorados ojos de la gente que cree que la austeridad sería el ejemplo a dar por los gobernantes en turno.
Pero sucede todo lo contrario y para ellos terminó el cumplimiento de las promesas de servir y atender las demandas de los gobernados hechas en campaña y ahora lo miran con desdén y lo tratan mal. Nunca dan respuesta a las críticas y señalamientos constructivos, no con palabras, sino con hechos: se enojan y amenazan con demandar o le mientan la madre al reportero que se atreve a transmitir sus fallas a los lectores.
Lamento decirle que sus asimetrías no tendrán respuesta oficial e inmediata por parte de la alcaldesa y su administración y mucho menos esperar a que se pongan a trabajar a fin de desmentir a sus detractores, que sería lo ideal. No caben las amenazas e insultos a los ciudadanos que los critican con argumentos válidos.
"Habrá algunos funcionarios públicos honestos pero yo no los conozco" dijo con acertado juicio una vecina lectora asidua de El Siglo de Torreón, quien destacó que su artículo, señora Solorio de Olazábal, más que una queja es una información amplia, veraz y valiente de lo que acontece en el municipio de Lerdo y espera que usted siga con esa tarea para acabar con los abusos de poder en el gremio y remarca con la palma de la mano el texto puesto en la mesa del comedor donde platicamos.
Y fue más allá: "se apropian (los políticos) mediante dudosas y oscuras transferencias de terrenos y fincas y dan pábulo a rumores sobre una riqueza inexplicable. Son rumores difíciles de verificar porque no hay pruebas que demuestren las ilegalidades y mucho menos esperar a que se abra una investigación oficial al respecto pero las sospechas siguen en el aire".
Hasta el momento de escribir este texto, no se conocía la respuesta de la alcaldesa involucrada. "Sigue callada porque no le conviene", acusó la vecina. "Pensé que se trataba de otra presidenta municipal, aclaró con sonrisa irónica.
(El Siglo de Torreón publicó una carta de la señora Solorio de Olazábal denunciando que "los beneficios inmerecidos que detentan la munícipe, (González Achem) su familia y personas allegadas son altamente desproporcionados. Si analizamos sueldos y gastos sencillamente es imposible, entre otras cosas, poder comprar la lujosa doble cabina en la que pasean con ostentación y frivolidad sus irregularidades.
"Pobreza para la comunidad, riqueza y exceso para los 'gobernantes'" he ahí las asimetrías de la función pública).
