Entrada. Personal del Instituto Nacional de Migración permitió el paso de grupos de 40 integrantes de la caravana, dando prioridad a mujeres con sus hijos y menores no acompañados.
El ingreso documentado a México de miembros de la caravana de migrantes centroamericanos avanza a cuentagotas. Alrededor de 2 mil 200, según estimación oficial, permanecían anoche en el Puente Internacional Rodolfo Robles, en Suchiate, Chiapas, a la espera de ser admitidos.
En el curso del día, personal del Instituto Nacional de Migración permitió el paso escalonado de grupos de 40 integrantes de la caravana, dando prioridad a mujeres con sus hijos y menores no acompañados.
Sin embargo, ante la lentitud del acceso muchos optaron por cruzar el río Suchiate en las embarcaciones hechizas que cobran 10 quetzales, unos 24 pesos. A su arribo, esos migrantes se trasladaron a un albergue que instaló el Ayuntamiento de Suchiate, con apoyo del Gobierno de Chiapas. Por la noche, las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores reportaron que 640 integrantes de la caravana, incluyendo 104 menores de edad, expresaron su interés de solicitar refugio en México y fueron traslados a instalaciones habilitadas en Tapachula.
Indicaron que quienes se encontraban en el puente internacional el pasado viernes, alrededor de 500 optaron por regresar a su país de origen, con apoyo oficial, y otros mil realizaban ayer en Guatemala trámites para su repatriación.
Unos 900, estimaron, cruzaron a territorio mexicano por el río Suchiate y otros cruces no formales. Advirtieron que estos últimos serán detenidos y, en su caso, repatriados a su lugar de origen.
Los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández, y de Guatemala, Jimmy Morales, conversaron vía telefónica con Enrique Peña Nieto sobre la situación en la frontera sur de México y acordaron establecer la "Operación Retorno Seguro", con la que inició el regreso ordenado a su país de integrantes de la Caravana Migrante que llegó a la frontera de Guatemala con México.
ENTRE CANTOS E HIMNOS, PISAN SUELO MEXICANO
Las notas de "Mi Cucu" se adueñaron de la plaza principal de Ciudad Hidalgo y sedujeron a los hondureños, quienes presurosos sacaron sus mejores pasos, bailaron, sonrieron y festejaron que estaban en territorio mexicano, "a la mala", pero habían entrado.
Mientras, del otro lado del río, en Tecún Umán, ciudad de Guatemala, sus paisanos que traían "papeles" aguardaban a que las autoridades mexicanas les permitieran pasar.
Dos canciones después, la marimba, la trompeta y la batería callaron para dejar que se escuchara la voz de una mujer hondureña avecindada en México. A mexicanos y hondureños dijo que era momento de dejar a un lado los colores políticos y religiones para unirse en un propósito: ayudar a los migrantes. Al caer la tarde, decenas de hondureños realizaron una manifestación bajo el puente, para pedirle a sus connacionales que ya no esperen más y entren a México por el río Suchiate. (Con información de Reforma y Agencias)
