Para que en una nación pueda existir auténtica "Democracia", deberá contar con instituciones políticas fuertes; con tal capacidad que difícilmente se pronostique el triunfo anticipado de alguna de ellas con absoluta seguridad y, especialmente, que exista alternancia en todos los niveles, cero continuidad absoluta o entidades que jamás han mutado de partido político. Además, con una oposición fuerte, hasta un gobierno elegido por inmensa mayoría, deberá buscar políticas positivas para el pueblo, aunque sólo sea para no perder votos.
Los procesos electorales posrevolucionarios se caracterizaron por realizarse con partidos políticos efímeros, creados para cada elección: en 1917 el "Partido Liberal constitucionalista" llevó a Carranza a la presidencia y desapareció. Para 1920, el "Laborista Mexicano" encumbró a Obregón a su primera elección. En su reelección en 1928 fueron los "Nacional agrarista" y "Nacional Cooperativista" sus principales fuerzas electorales. En esas condiciones el padre del sistema político mexicano del siglo XX, Calles, crea el "Partido Nacional Revolucionario" abuelo del PRI para consumar el primer gran fraude en las urnas de esta nueva época ante la oposición de José Vasconcelos con el "Partido Nacional Antirreeleccionista". En las siguientes elecciones seguirían naciendo y muriendo organizaciones políticas que sólo servirían para simular democracia, muchos apéndices del poder político vigente.
El PRI no puede ser oposición, los genes dominantes de su ADN son corrupción e impunidad; ha vivido de detentar el poder y cuando no lo obtuvo, lo arrebató, creó infinidad de partidos sucedáneos que le apoyaban (PPS; PARM; PVEM, Etc.).
Solo un partido, en sus épocas honestas había sido realmente oposición, pero entró en degeneración en 1988, y la consumó en 2000. A la fecha ha sido cómplice de las peores atrocidades contra el pueblo, Ahora habría que reanalizarlo a la luz de su intento de regenerarse. Este año especialmente fue saqueado por su propia gente que, al día de hoy, mantiene una dirigencia espuria; sin embargo, algunos de buena alcurnia panista buscan volver a sus raíces ideológicas con los principios y valores con los que fue creado.
En 1939, Manuel Gómez Morín y un grupo de intelectuales, decidieron crear un instituto político que buscara frenar el poder absoluto de los sucesores de Calles. Estableció ideales de humanismo y democracia. Consideraba que lo más urgente era crear conciencia ciudadana, para que los mexicanos se percataran de los problemas que tenía el país y despertara en ellos el deseo de participar en la solución. Una acción permanente que, basada en una actitud espiritual dinámica, hiciera valer en la vida pública la convivencia del hombre integral. Postulaba la Moral y el Derecho como fuentes y cauces de la acción política, y ésta, no como mero cambio de personas, sino una reforma de estructuras políticas y sociales para gestionar el bien común. En sus postulados iniciales definía principios como Nación, Estado, Libertad y Política entre otras, destacando a la Persona con una eminente dignidad y destino espiritual y material que deberían ser asegurados colectivamente.
Antes de 1988, el PAN era un partido de unos cuantos que podrían contarse rápidamente, la mayoría gente honesta, trabajadora, muy comprometida socialmente y con una vida espiritual muy fuerte. En Torreón destacaban el Ing. Edmundo Gurza Villarreal, profesionista relevante y gran historiador que en 1978 ganó la elección municipal, pero no se le reconoció. La Sra. Teresa de Ortuño, luchadora social y política con argumentaciones de gran altura; Don Jacinto Faya Martínez e Ing. Eduardo González y Fariño (candidatos a gobernador y presidente municipal en 1957); Dr. Salvador de Lara, exvasconcelista y fundador del PAN en La Laguna; Sra. Virginia Herrera de Franco, caritativa dama que realizó muchas obras positivas; Prof. Jesús Reyes Villa; don Celso González y otras personas que, con su participación, si bien testimonial, le dieron un toque de dignidad a la política mexicana de entonces.
Hoy el PAN cuenta con 12 gubernaturas, la mayoría son de políticos "chapulines" que han brincado de partidos donde no se les brindo el cargo que ellos "creen merecer" y cómodamente se ubican en este, pero para nada comparten sus ideales. Al mismo tiempo ocurre un fenómeno inverso, algunos panistas se autoabortan y transmigran al que tiene el poder ahora. En fin, hay un refrán popular muy conocido que clasifica perfectamente a los que primero abandonan el barco. Por cierto, nada originales, en la revolución mexicana a estos especímenes se les conocía como "Chaqueteros".
A raíz de que ganó Fox la presidencia, México perdió la auténtica oposición; el PAN prostituyó sus ideales y miles de oportunistas asaltaron ese partido y él se dejó consentir. El próximo 11 de noviembre el PAN va a celebrar comicios internos para elegir a sus dirigentes nacionales, y el 9 de diciembre renovará su comité estatal de Coahuila: ojalá y ahora los panistas si pueden actuar de acuerdo a sus principios; por el bien de la democracia mexicana que necesita una oposición real y fuerte para crecer y nutrirse con la lucha ideológica. Las posibilidades de triunfo del PAN, depende de convencer a los jóvenes de que pueden ser honestos, hoy, muy pocos creen en él. En medio de toda su crisis cuenta con algunos políticos manifiestamente íntegros; ojalá emergieran más en este y otros partidos.
Ahora el camino electoral se mueve a través de las redes sociales, ahí, sin la prueba de fuego de la honradez, será prácticamente imposible convencer a los millenials y a los centennials; estos ya no son la "Generación silenciosa", plagada de inconscientes que se dejaron encajonar en sindicatos y organizaciones corporativistas; que eran "fieles y leales" a las costumbres y sistema; estos son independientes y les gusta el cambio; se parecen más a los baby bloomers que en los años 60´s y 70´s iniciaron la alteración del mundo, ellos dejaron de creer en prácticamente todos los partidos.
