Las cosas que vamos aprendiendo de la sociedadLas cosas que vamos aprendiendo de la sociedad
Va a ser muy difícil que te encuentres a una persona que no conozca lo que sea el futbol. Todo mundo sabe quién es: Pelé, Messi, Hugo Sánchez. Los domingos, no es raro encontrarse personas con la camiseta de su equipo, o a los niños y jóvenes portando el uniforme complet, aunque no vayan a jugar ningún partido, solamente por el sentido de pertenencia. Para algunos, el juego es su principal sentido de la vida, irle a un equipo y ser apasionado, dejarse dominar por la emoción hasta llegar al punto de que nuble su inteligencia y busque camorra con el equipo contrario, nada más porque sí. Es una manera de ser, explotada por el comercialismo y las autoridades políticas. Es una forma de mantener entretenidas las conciencias; la forma de que se sientan a gusto.
Es, en pocas palabras, la prolongación del circo romano, donde había múltiples eventos, donde el pueblo iba a ver a los gladiadores pelearse o a las carreras. Donde había dos equipos principales, bajo la bandera de un color que a veces provocaban rencillas entre sí a causa de sus equipos. El circo romano se completaba con la distribución de trigo entre los espectadores; era la manera de mantener conformes a las personas y no se preocuparan por la situación del imperio (al pueblo pan y circo).
El juego de futbol y el circo romano son parte de la cultura de los pueblos, como lo fueron, en su tiempo, las olimpiadas griegas, que también eran parte de los ritos religiosos. A lo mejor, los griegos tenían otras aspiraciones culturales como las representaciones dramáticas, principalmente trágicas, donde se representaban sus mitos y entre todas las obras conformaron la gran telenovela de los dioses que tenían su continuación y que tuvieron su adaptación en muchas otras épocas.
Todo se mezcla y va a prosperar lo que más difusión tiene y logra exaltar los sentimientos con pocos esfuerzos y muchas veces nula intelectualidad, ya que si la aplicas, te das cuenta de que muchos productos carecen de todo contenido trascendente.
Autores modernos, como Umberto Eco, han clasificado la cultura en diferentes categorías, según sus objetivos o de donde surgen. Las enumero: clásica, media, popular, de masas. Esta última aparece con los medios masivos de comunicación; antes, era subproducto de la cultura popular; ya mencionamos el circo romano, podríamos mencionar todas las historias que se contaban en los pueblos; historias que pueden encontrarse en los romanceros de todas las naciones y que van acoplando sus características al lugar en donde se cuentan. Pero vámonos por partes: ¿En qué consiste cada una de estas expresiones culturales?
Se supone que la cultura clásica son todos los hitos a los que ha llegado el hombre, en todos los campos de su hacer cotidiano. Clásica es la tragedia, Homero, Herodoto, Shakespeare, pero clásica es la fórmula de la energía, el vocho, el modelo Ford T. Un producto difícil de superar, que implica calidad, algo que ningún similar ha tenido. Por eso, constantemente se trata de imitar.
La cultura popular se entiende a partir de la historia. Son los elementos que conforman el concepto de nación, de tradición, dan sentido de pertenencia. Lo mismo puede ser el Jarabe Tapatío, las artesanías, las comidas de los pueblos, las fiestas, los mitos, las tradiciones, la religión. No tiene base intelectual, sino emocional. Como diría Miguel de Unamuno: Creo en ello porque me da la gana.
La cultura media es más difícil de definir, pero es la que obtiene un universitario a través del sistema escolar y social. Se sabe algo de todo, pero nada con profundidad. Cada vez baja más de nivel, porque a medida que pasan los años, nos conforman con más productos chatarras: café en vaso de cartón, comidas rápidas, el tener para ser, sacrificar la moral para tener, etc.
La cultura de masas irrumpe en el siglo XIX. Es todo producto cultural que se convierte en mercancía y hecha exclusivamente para el consumo inmediato. No busca calidad alguna, sino la venta; y su duración es cada vez más efímera. Lo importante es que el día de mañana se venda otra cosa que la supla. Las telenovelas escritas para mentalidades no mayores de 10 a 12 años, las sagas de los superhéroes, las canciones que sólo consisten en un ritmo con letras absurdas.
Pregunta: ¿La escuela que tipo de cultura debería de promover? El futbol es muy importante para la sociedad porque hay una maquinaria que lo sabe vender. Las tradiciones se van perdiendo. La cultura clásica carece de adeptos. ¿Qué promociona la escuela? Esa es mi pregunta.
