Regresa. El astronauta Nick Hague (Izq.) llegó a Moscú.
El astronauta estadounidense Nick Hague agradeció ayer las muestras de apoyo que ha recibido después de la avería durante el lanzamiento fallido de este jueves de la nave rusa Soyuz, que hizo temer por la vida de sus dos tripulantes. "Muchas gracias a todos por su apoyo y sus oraciones de corazón", escribió el astronauta de la NASA y coronel de las Fuerzas Aéreas de EU en un mensaje en Twitter.
La Soyuz MS-10 partió el jueves rumbo a la Estación Espacial Internacional a las 08.40, pero al poco de despegar, instantes después de la separación de la primera etapa del cohete, tuvo lugar "una situación anormal". Fueron breves minutos de gran tensión en los que se perdió la comunicación con los cosmonautas, que finalmente pudieron aterrizar sanos y salvos a unos 20 kilómetros de Jezkazgan, en medio de la inhóspita estepa kazaja.
Hague tuvo ayer palabras de agradecimiento para todo el equipo de la misión: "Estuvieron excepcionales al garantizar nuestra seguridad y traernos de vuelta con nuestros familiares y amigos", dijo. A pesar de que las investigaciones continúan en marcha, el director ejecutivo de la agencia espacial rusa Roscosmos, Serguéi Krikaliov, informó de que el incidente fue provocado por una colisión entre distantes partes del cohete. El suceso ha supuesto un revés para la Estación Espacial Internacional, a la que se dirigían tanto Hague como el cosmonauta ruso Alexéi Ovchinin para incorporarse al equipo durante los próximos seis meses.
