Asimetrías
Pobreza, desigualdad económica y social para los habitantes del municipio. Perenne y enorme capacidad de beneficios económicos para la clase gobernante. La administración no conoce el entendimiento, jamás emplea el diálogo, con un lenguaje de insultos y amenazas trata de evitar el ejercicio de nuestros derechos. Es abismal la desigualdad que padecemos los habitantes del municipio debido a la actuación caprichosa de la munícipe como resultado tenemos:
Pobreza para la comunidad, riqueza y excesos para los “gobernantes”.
Si comparamos los resultados de la administración en beneficio del municipio éstos son exiguos. En cambio los beneficios obtenidos, -no merecidos- que ostensiblemente detenta la munícipe, su familia y algunas personas allegadas, son altamente desproporcionados. Si analizamos sus sueldos y gastos sencillamente es imposible entre otras cosas poder comprar la lujosa doble cabina en la que pasean a la ostentación y a la frivolidad acompañada de sus irregularidades por la ciudad. Todos conocemos y sabemos quienes son estos personajes.
El resultado por escribir o describir estos reprobables vergonzantes y deleznables hechos, probablemente constitutivos de delito generan insultos en nuestra página social y amenazas a nuestra persona. Estas costumbres y bajezas propias de gente sin principios y falsa valentía, envalentonadas por el abuso del poder que les deviene transitoriamente del encargo público, tienen como resultado que la ciudadanía repruebe su mala gestión, no transparentada conforme a la ley. Han hecho de la calumnia su forma cotidiana para evadir responsabilidad, del insulto su modus operandi y de la mala administración su modus vivendi. Se necesita mucha ceguera maternal y demasiada soberbia pseudo institucional para permitir que la ingenuidad y la incapacidad tome decisiones que legalmente no le corresponden y que afectan áreas sensibles como seguridad pública, tránsito y vialidad o servicios públicos.
En nuestro municipio existen 9 zonas marginadas que carecen de lo indispensable para vivir en las mas mínimas condiciones consideradas humanas. La manera por demás equívoca de administrar beneficios para unos pocos y olvidar a los más necesitados no es la que sirve a la ciudadanía y si de la que se sirven los malos políticos y peores gobernantes, tampoco garantiza igualdad de condiciones para tener oportunidades similares para obtener vida digna, integridad personal, salud, agua potable y drenaje, acceso adecuado a vivienda, y sí asimetrías entre gobernantes ricos y gobernados pobres.
Lo peor no radica en el hecho que no exista una propuesta para solucionar este urgente problema. Lo cruel es que no existe voluntad de la munícipe para atenderlo, así lo ha demostrado su apatía, el tiempo transcurrido y la ausencia de obras que demuestren lo contrario.
¿Es posible y aceptable que la munícipe gaste dinero público en adornos sobre el bulevar Miguel Alemán mientras nuestros conciudadanos sobreviven sin agua entubada, drenaje y acceso a su vivienda?. La respuesta es un desastrozo y negativo sí, ésto desafortunadamente ha sido y es posible, los hechos así lo demuestran, aceptable no lo es. ¿Es justo? ¡No!, tampoco lo es, ¿Es normal?. La mejor opinión es la de usted amable y distinguido lector.
Georgina Solorio de Olazábal
Torreón, Coah.