Promulgada la primera ley agraria por don Venustiano Carranza en 1915 los campesinos laguneros se organizaron en grupos para solicitar las tierras que detentaban unos cuantos, señalando las extensas superficies de tierras que formaban parte de las haciendas como susceptibles de contribuir a las necesidades de los campesinos laguneros, los resultados obtenidos entre 1917-1930 fueron la dotación de 6,500 hectáreas de baja calidad que beneficiaron a 2300 jefes de familia. En el renglón de ingresos de los trabajadores agrícolas señalaremos que cada uno de ellos percibía entre un $1.00 y $1.15 en promedio cuando las necesidades de una familia de cinco miembros era de $2.08 diarios.
Ante la pésima situación del campesino lagunero sin tierra y con un exiguo salario que el hacendado hacía que se gastara en la tienda de raya de la hacienda, los trabajadores agrícolas se organizaron para exigir un salario de $1.50 diarios, que la jornada laboral fuera de ocho horas diarias y que se firmara un contrato colectivo de trabajo, entre las principales peticiones iniciando la huelga el 11 de junio de 1935 en la hacienda de Manila, municipio de Gómez Palacio, Durango, siendo en total 48 acasillados los huelguistas. La junta municipal de conciliación del estado de Durango, declaró ilícita la huelga, pero la justicia federal a través de un juzgado de distrito declaró la legitimidad de tal movimiento ordenando continuara la huelga y dando protección a los huelguistas, la cual duró hasta el 5 de agosto de 1935 resolviéndose favorable las peticiones de los trabajadores agrícolas.
En la hacienda de don José del Viñedo del municipio de Gómez Palacio se planteó por vez primera la firma de un contrato colectivo de trabajo que comprendería a todos los trabajadores agrícolas de La Laguna, estallando la huelga el 18 de agosto de 1936 participando aproximadamente 20,000 trabajadores agrícolas de toda La Laguna, la huelga fue suspendida cuando el gobierno de la república ofreció aplicar en toda su extensión la legislación agraria a partir del mes de octubre de tal año. El 6 de octubre de 1936 se promulgó el histórico decreto mediante el cual se resolvía el problema agrario en la Comarca Lagunera en los estados de Coahuila y Durango, estimándose, según el censo agrario en cuarenta mil el número de solicitantes, constituyéndose 334 ejidos con 149 hectáreas de riego.
En el municipio de Torreón se crearon 27 poblados beneficiando a 3369 campesinos; en San Pedro 71 poblados beneficiando a 10447 campesinos; en Gómez Palacio, Durango 71 poblados beneficiando a 6877 campesinos, en Matamoros 48 poblados beneficiando a 6655 campesinos; Tlahualilo 22 poblados beneficiando a 979 campesinos; Mapimí 22 poblados beneficiando a 1658 campesinos; Lerdo 13 poblados beneficiando a 1278 campesinos; Viesca 18 poblados beneficiando a 1641 campesinos; Francisco I. Madero 34 poblados beneficiando a 4999 campesinos.
El cumplimiento del decreto del 6 de octubre terminó con la gran espera que el campesinado lagunero tuvo que soportar al no hacerse efectivo entre los mismos los ideales por los que lucharon, principalmente el correspondiente a la eliminación de latifundios y su reparto entre los trabajadores agrícolas. Es de justicia mencionar que tal cumplimiento se debió a la intervención de ese gran estadista mexicano don Lázaro Cárdenas del Río, a quien merecidamente los laguneros reconocemos como un gran agrarista que cumplió con uno de los principales postulados de la revolución.
