Así terminó septiembre
Cada persona tiene su propia apreciación respecto a los sucesos importantes de septiembre y es muy posible, que entre los temas predominantes se considere la acción de la naturaleza, manifestada en el elemento Agua y de eso hoy hablaremos con nuestros amables lectores. En varias partes del planeta, los huracanes, tormentas y lluvias torrenciales han marcado su presencia con la fuerza de sus vientos, pero sobre todo, con gran cantidad de agua,
En la primera quincena del mes, el huracán Florence entró a Norteamérica por el estado de Carolina del Sur, extendiéndose cuando menos a 6 estados más del Este de Estados Unidos, ocasionando graves perjuicios en vidas y bienes.
Para mediados de mes, en Sinaloa y Sonora se vieron sorprendidos con daños fuera de serie provocados por una depresión tropical. A punto de terminar, surge un tsunami en Indonesia, producto de un terremoto, dejando un millar de víctimas y millares de afectados y el último día en Japón, un tifón causa desastres y más de 1,000 vuelos cancelados.
Ubicándonos en La Laguna, lo nuestro no es tan intenso, pero las lluvias han sido más abundantes que otros años, han dejado daños patrimoniales a familias y empresas, así como costosos perjuicios en la estructura urbana, principalmente en Torreón, con colonias inundadas y pavimento deshecho, drenajes colapsados que por meses habremos de padecer.
La afectación en las calles, viviendas y empresas es muy grave, dejando en la población un efecto contrario, al que normalmente debe ser el recibir agua de lluvia en una región árida que la necesita y que lo correcto sería, que fueran mayores los beneficios que los perjuicios.
Desgracias deben ser las sequías y no las lluvias, salvo los casos extremos como el huracán Florence y el tsunami en Filipinas. Las lluvias de La Laguna, aun con lo intensas de este año no deberían ser tragedia ni dañar al grado en que lo han hecho.
Estamos pagando caro la anarquía en el crecimiento urbano, por varias causas, no hay duda, pero sobresalen cinco: Constructores imprevistos que piensan más en su negocio que en el beneficio de sus clientes o en el bien de la ciudad; Funcionarios de obras públicas carentes de autoridad, que autorizan desarrollos con obras sin nivelar en la forma natural que el mismo terreno tiene; Lideres precaristas, algunos oportunistas, que al fomentar invasiones propiciaron el desorden; Obras públicas mal hechas, insuficientes y truncas que no resisten la carga para dar salida al agua y La incultura ciudadana en limpieza, que taponea alcantarillas.
Es grave la situación y no hay dinero ni tiempo para darle solución con carácter permanente en el nivel adecuado. Seguramente a esta hora, los responsables y expertos están buscando el arreglo en la ciudad, maquillando desperfectos y daños ocasionados. El costo será muy grande y es probable, que en otro año como éste, volveremos a lo mismo.
Por supuesto que reconocemos, que los expertos del tema, son los que deben buscar la solución adecuada; ingenieros, arquitectos, urbanistas e hidráulicos, con suficientes recursos que hagan trabajos correctos y terminen el problema que sufre la población. Pero, sin ser los expertos, ya están surgiendo en la gente, personas con experiencia y con sentido común, que sabiendo cuales son los puntos graves y críticos, que surgen con estas lluvias, sugieren atender caso por caso, ubicando su salida natural u otra solución, a cambio del beneficio común.
Nos leemos el próximo mes.
Efrén Mireles Estens
Comarca Lagunera
