Brett Kavanaugh durante su juicio en la Cámara Baja.
El inicio de una investigación del FBI por las acusaciones de abusos sexuales contra el nominado del presidente de EU, Donald Trump, para el Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, puso en riesgo su candidatura y dio alas a sus detractores, que hoy redoblaron su rechazo al juez.
La líder de los demócratas en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, incrementó ayer sus ataques al magistrado y cuestionó su idoneidad para ejercer como juez en cualquier corte. "Si no dice la verdad al Congreso y al FBI, entonces no sólo no es apto para estar en el Tribunal Supremo, sino tampoco para la corte en la que está", dijo Pelosi sobre Kavanaugh, actual juez de apelaciones, en declaraciones recogidas por medios locales.
Según The Washington Post, las autoridades ya han comenzado a realizar las pesquisas y a contactar con los primeros testigos clave, entre ellos la segunda de las tres mujeres en acusar públicamente al juez, Deborah Ramírez.
Este mismo sábado, la influyente Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) comunicó su oposición al candidato ante las alegaciones."ACLU se opone a la confirmación del juez Brett Kavanaugh para el Tribunal Supremo. Hay alegaciones creíbles de que el juez Kavanaugh ejerció malos comportamientos que no han sido investigados adecuadamente por el Senado".