Regiones inteligentes, el lugar ideal

Una ciudad inteligente no sólo cuenta con los medios para ofrecer una mejor calidad de vida a sus ciudadanos: si las autoridades se comprometen con este modelo, también pueden verse beneficiadas a través de sistemas más eficientes que les permitan responder a las necesidades de la población y hasta lograr una mayor recaudación de impuestos.

Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) planteó, durante la tercera edición del Smart City Expo Latam Congress, realizado en la ciudad de Puebla, que no se debe olvidar que lo que construye una ciudad inteligente es el talento humano y un buen sistema de gobernanza de la ciudad. Incluso, hizo referencia al Instituto Global Mckinsey que dio a conocer que muchas de las aplicaciones digitales enfocadas a este tema generan hasta un 30% de beneficios y mayor nivel de bienestar en la calidad de vida de los habitantes. Además, destacó la capacidad de articular esfuerzos entre gobierno, ciudadanos, empresas e instituciones académicas.

En este sentido, el Smart City Expo Latam Congress ha propuesto como eje las comunidades colaborativas y los territorios inteligentes, debido a que, en la región latinoamericana, se requiere avanzar en la transformación de sus ciudades y territorios.

Sin embargo, de acuerdo con el investigador de la FLACSO, Augusto Barrera, "es difícil medir el recorte territorial y muchas de las discusiones tienen que ver con eso, pues ahora tenemos aglomeraciones metropolitanas y es difícil entender a una ciudad satélite si no se entiende el contexto de una región mayor".

Añadió que el concepto de "inteligente" se refiere a la capacidad que socialmente tiene un territorio para definir bien sus problemáticas y estructura, pues, de otra manera, resultará complicado activar el proceso de acción colectiva, tecnológica y empresarial. "Hay que entender que no necesariamente sólo hay salidas tecnológicas, también se tiene que medir la capacidad cognitiva de una zona", dijo.

El investigador Barrera agregó que, para la construcción de territorios inteligentes con capacidad, se deberá repensar el tejido cognitivo que hay en cada uno de los lugares. "El conjunto de innovaciones tecnológicas que son extraordinarias, y que hoy estamos viviendo casi una explosión de ellas, tienen que estar escritas en una comprensión programática de hacia dónde va el territorio. Es decir, está muy bien que se desarrolle una app de movilidad, pero la modificación estructural de los problemas de tránsito exige un agente de gobierno que sea capaz de mirar a mediano o largo plazo. La inteligencia no se trata sólo de una integración tecnológica, sino de una programática inteligente que permita que los territorios tengan ese horizonte".

Es por eso que, de acuerdo con la doctora e investigadora del CIDE, Ana Díaz, el gobierno es un ente facilitador que debe trabajar en conjunto con la sociedad para crear territorios inteligentes. "Lo inteligente es un término que invita a muchas reflexiones y tiene que ver con todo: cultura, poder, política, economía, entre otras cosas, además de significar transformación".

Sin embargo, apuntó que existen diferentes niveles de transformación: gestión local más eficiente, cambio en la manera en que se toman las decisiones y se da la colaboración. En ese sentido, Díaz señaló que la tecnología no es un elemento neutro que por sí mismo desencadene la colaboración. "Se requiere de gobernanza smart, es decir, de generar una manera de hacer un gobierno más inteligente y horizontal con la ayuda de más actores como la academia, la sociedad y las empresas".

Los especialistas imaginan un territorio en donde ciudadanos y gobierno, de un modo inteligente y en conjunto, construyan una ciudad incluyente y sostenible.

Al respecto, Natalia Lever, gerente de las sucursales en México y América Latina de The Climate Reality Project, señaló que, en el caso de México, la energía eólica ha crecido desde 2004 a una tasa del 86% anual, lo que significa una oportunidad enorme de empleo y de innovación. Además, la tecnología emergente, los sistemas inteligentes y la Inteligencia Artificial contribuyen en varias ciudades del país a hacer más eficientes los servicios públicos y aprovechar los recursos.

Características de un modelo de gobernanza exitoso:

=> Ecosistema de innovación y de colaboración y una ciudadanía que no sólo sea receptora de tecnología.

=> Plataformas colaborativas para la generación de soluciones.

=> Si no hay inclusión de necesidades reales de la sociedad, no hay territorios inteligentes. Se debe tomar en cuenta a la ciudadanía en general.

=> Saber para qué se necesita la tecnología y qué déficit se va a lograr cubrir con ella.

=> Mejorar el acceso a la información.

=> Transformación organizacional e institucional.