Se ha extraído de la planta del maguey un jarabe de fructuosa que podría ayudar a los pacientes diabéticos a mantener sus niveles de azúcar en buenas condiciones. Además fortalece la flora intestinal.
Es muy común asociar la planta del maguey con la elaboración del pulque, una bebida alcohólica mexicana que data de tiempos prehispánicos. Sin embargo, detrás de este tipo de agave se encuentran bondades que podrían revolucionar la salud.
Y es que al procesar el aguamiel o jugo que se obtiene del maguey se puede extraer jarabe de fructuosa, el cual resulta altamente benéfico para las personas diabéticas, ya que a diferencia de la sacarosa o azúcar industrial, no produce daños para la salud
"El maguey dentro del campo de la salud es muy apreciado porque produce la insulina, que en los pacientes diabéticos causa un índice glucémico en la sangre mucho menor que el que produce la sacarosa de la caña de azúcar", (Dr. Remigio Madrigal Lugo, Universidad Autónoma de Chapingo).
Pulque fortalece el sistema inmunológico. Este jarabe, que es usado en varias regiones agaveras como un sustituto del azúcar, podría contribuir a revertir la grave situación que enfrenta el país. De acuerdo con la Federación Mexicana de Diabetes, se estima que el 15% de la población adulta tiene diabetes y es la segunda causa de muerte entre el mismo sector.
Además, gracias a que contiene otros componentes como fósforo, calcio, hierro, boro, zinc, tiamina, niacina y ácido fólico también ayuda a fortalecer la flora intestinal y a prevenir algunos tipos de cáncer como el de colon.
Como prebiótico favorece el desarrollo de bacterias benéficas, sobre todo en el intestino grueso, y las bacterias benéficas favorecen la absorción de calcio y de algunas vitaminas,
Gracias a las nuevas bondades que se han encontrado, la Universidad Autónoma de Chapingo, en conjunto con productores de maguey implementaron en la región de Nanacamilpa, en el Estado de Tlaxcala, el primer banco de germoplasma con cuatro tipos de maguey con la finalidad de investigar y aprovechar todo el potencial de la planta.
Se fundó este banco en diciembre de 2013 y enero de 2014. Son 1,200 plantas por cada variedad en una extensión de cuatro hectáreas.
Actualmente, con este establecimiento de variedades va a permitir como productores tener acceso a plantas de alta calidad, de alta productividad y calidad genética. Pero sobre todo a tener plantas bien definidas, de una característica genética ya establecida.
Con estos nuevos aportes a la salud, se han definido nuevos objetivos, entre ellos, reimpulsar la producción de maguey del país que en los últimos años había ido a la baja de la mano de la depreciación del pulque.
Se espera en adelante abrir nuevos mercados con la fructuosa de maguey por la cantidad de cualidades que tiene el aguamiel en beneficio de la salud de las personas. Y esto abre expectativas mucho muy grandes para la comercialización de la planta.
Por otra parte, el maguey es una de las plantas más sagradas en México y tiene un lugar prominente en la mitología, rituales religiosos y en la industria. En los Estados Unidos se le conoce como century plant, y en ocasiones se le confunde con los cactus o nopales. Considerando que el maguey tiene excelentes bondades y que existe una alta demanda y cotización en los mercados nacional e internacional, de los diversos productos agroindustrializados de los agaves como el de la inulina, el jarabe de fructosa y el pulque enlatado, es importante aprovechar estos potenciales para fomentar el incremento de plantaciones magueyeras y de su propia agroindustria, primordialmente en la región centro del país. A futuro, la aplicación de técnicas biotecnológicas desarrolladas para otros agaves, es otra oportunidad más de lograr aumentos significativos en la productividad del maguey y la competitividad de los productos que provienen de esta prodigiosa planta. La palabra maguey está vinculada con la voz Mayauetl o Mayáhuel, divinidad femenina asociada con la planta misma y con la embriaguez. Una tradición la relaciona con Quetzalcóatl: el dios le pide a Mayáhuel que lo acompañe al mundo y al estar en la tierra ambos se convierten en un árbol de dos ramas, lo que sugiere una fusión plena de las dos divinidades. La abuela de Mayahuel llegó al lugar con las Tzitzimime, entidades temibles de los aires, se acercaron al árbol, cortaron la rama que correspondía precisamente a Mayáhuel y la comieron. Cuando Quetzalcóatl recobró su forma, recogió los restos de Mayahuetl y los enterró: de ellos surgió el maguey.
